lunes, 19 de abril de 2010

DESTRUCCION: ACHICHIN

Por Víctor Chávez Velásquez.
Entre los años 1985 y 1986, un grupo de ex alumnos del colegio "Javier Prado," de la promoción 1956, asumió la mayordomía de las festividades de la Virgen del Carmen, patrona de Celendín, quienes en su afán de dejar una ayuda tangible en beneficio de la iglesia matriz que por esos años tenía un aspecto nada bueno, se ofreció en realizar un proyecto arquitectónico, con el fin de lograr la ampliación de las naves de la iglesia siguiendo los parámetros planteados por el autor de la obra de la fachada de la iglesia, me cupo en dicha oportunidad asumir la elaboración de dicho proyecto arquitectónico, el cual se dio a conocer tanto en Lima, como en el mismo Celendín.El sentido común y según lo manifestado por el encargado de la parroquia de ese entonces sobre la propiedad de ese sector de terreno, nos hizo pensar que los linderos de la iglesia seguían la proyección de ambas torres de la iglesia, hasta el fondo lindando con el Jr. Ayacucho; en consecuencia dicha ampliación se tomó considerando que dicha área de terreno le correspondía a la iglesia del Carmen.

El arquitecto Víctor Chávez con la maqueta de la iglesia que nunca se realizó.

En julio de 1986 El día de la entrega del proyecto, después de la misa solemne , ante el beneplácito de los presentes en la iglesia. De pronto se me acercó un señor que dijo ser heredero del lote adyacente en el límite sur del templo y me manifestó textualmente: “Tú no puedes construir nada, pues los terrenos que piensas usar para la ampliación de las naves ,le pertenece a mi familia”- Hasta allí llegamos con el dichoso proyecto que paso a ser solo un bonito dibujo. Entonces tuve la certeza que lo manifestado por tan ilustre personaje era cierto y no había vuelta que darle; máxime si la autoridad eclesiástica no mostró interés en hacer los deslindes respectivos.
Todos conocíamos la historia de la bendita puerta que da al Jr. Ayacucho y la dábamos por cierta, también debo confesar que más de una vez me vi tentado a transponerla y no precisamente para ir a escuchar misa, sino mas bien para dar buena cuenta de unas matas de membrillos que se vislumbraban a través de las aberturas de la puerta.

El Obispo Martínez de Compañón, gestor de la fundación de la Villa Amalia de Zelendín.

Volviendo al tema de los terrenos adyacentes a la iglesia, debemos reconocer que dicha propiedad tiene respaldo con documentos desde 1919 como lo manifiesta el señor Zegarra y debemos de creerle, pero también se debe decir que la fundación de la ciudad de Celendín se remonta a mediados del siglo 18 hacia los años de 1796, si mal no recuerdo, está documentado tal hecho ,así como las especificaciones sobre las cuales se trazaría la nueva ciudad y en la cual se menciona que la manzana # 35 sería destinada para la iglesia , casa parroquial y futuro convento, y también añadiría camposanto, pues, como sabemos, hasta antes de Simón Bolívar los entierros se hacían en lugares santos, lo cual quedó evidenciado por los restos óseos encontrados en las calas estratigráficas hechas para el cambio del piso de la nave. Redundando en el asunto, quienes conocemos, por la naturaleza de nuestra profesión, podemos afirmar que cualquier fundación española de esa época daba especial importancia a esa línea vertical conformada por: DIOS y EL REY”, la cual se manifestaba en la iglesia y el cabildo en torno a la plaza de armas, la iglesia por tanto era el lugar más importante de una ciudad, procurándole una manzana completa a fin de que pueda contar con todas las actividades para poder llevar a cabo sus actividades de adoctrinamiento, más aún, conocedores de la acuciosidad del obispo Martínez de Compañón, gestor de la fundación de la “bella villa Amalia de Zelendin”, no creemos que hubiese pasado por alto tal hecho; así pues, en algún momento toda la manzana # 35 le pertenecía a la iglesia. Sería interesante conocer en qué punto de la historia se produjo el expolio y cómo quedó reducida a la isla que es hoy el terreno donde se encuentra emplazada la iglesia.
Sería bueno conocer la opinión de la parroquia de Celendín, sobre los linderos y medidas perimétricas del templo puesto que lo datos que manejamos se reducen al de los muros perimétricos del templo.

VICTOR S. CHAVEZ VELASQUES
Arq. C.A.P. 8120

¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!

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