Por Franz Sánchez
Siempre admiré a los héroes de mi infancia. Estaban, mi padre, el Zorro y Robin Hood. Como los adoraba. Siempre quise ser como ellos, a todo precio, a razón de todo.
Crecí y me di cuenta que los dos últimos eran resultado del imaginario colectivo y se habían convertido en leyendas de pueblo. Luego, vi a mi padre cometer tantos errores, que afectaron en mucho la imagen de súper héroe que ostentaba frente a mis ojos.
A medida que fue descartando héroes, llegué a la conclusión de que estos no existen. Aprecié desde adentro el trabajo periodístico y me pareció tan común, tan de mortales. Vi al periodista, no como el poderoso, de palabra influyente en el colectivo, sino como el humano indignado con la injusticia y que cuando escribe, sujeta con una mano el pecho y con la otra, afila la pluma.
Los hombres que llamamos héroes, nunca desearon serlo. Estoy completamente seguro que quienes se inmortalizaron por una hazaña importante, en bien de un pueblo o de una nación, nunca tuvieron el deseo de titularse como héroes. Hicieron lo que correspondía hacer, cuando la vida te pone disyuntivas entre, elegir lo que se sabe correcto, o no molestarse y vivir pensando en lo que se pudo haber hecho, y que no se quiso.
Así son ellos, se juegan la vida muy a menudo, y les parece algo usual. No les extraña el desprendimiento. No piensan en su labor como una manera de ganarse la vida, sino como una vida en sí. Les interesa un rábano lo que piensen, los que manejan el dinero y quienes creen que con él, todo se compra. No ponen en venta, cosas que otros cotizan. Se conmueven, son sensibles con lo que observan. A pesar de los años, podrían llorar como infantes, ante una injusticia, no importando si estas son ajenas. Para ellos nada es ajeno, todo es de todos.
Son valientes, y no dudan si se trata de renunciar, a empresas en las que han depositado mucho de su tiempo, por no ser estas congruentes con sus ideales. No guardan rencores, porque saben que con ellos, mueren en vida las personas. Y a ellos les encanta la vida. Están seguros de que no hay nada que esté por encima de la existencia. Son felices, viven entre problemas y tienen tiempo para regalar sonrisas a sus colegas. No son egoístas, comparten sus conocimientos con las nuevas generaciones. Son unos caballeros. Aman sus raíces, no importando el lugar donde se encuentren. A pesar de las denuncias, encierros, destierros, y decepciones, si podrían volver a nacer, seguirían eligiendo el mismo camino. El de un digno periodista.
Hoy no creo en héroes, creo en periodistas, periodistas de verdad.
Feliz día, periodista con lápiz y borrador, con grabadora a cinta o digital, con micrófono o cámara, de blogger o de web. Feliz día a todos.
* El periodista es sólo un escritor que cuando toma la pluma, no espera en inmortalidad. Hugo Ojetti
* El periodista es un hombre que se ha equivocado de carrera. Otto Von Bismarck
* Yo podría ser un periodista. Creo que las entrevistas son la nueva forma del arte. Creo que la auto-entrevista es la esencia de la creatividad. Hacerte preguntas a ti mismo y tratar de encontrar respuestas. Lo que hace un escritor es contestar una serie de preguntas que no han sido pronunciadas. Jim Morrison
* El periodismo es la protección entre la gente y cualquier clase de regla totalitaria. Es por eso que mi héroe, obviamente dañado, es periodista. Andrew Vachss
* Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo. Ryszard Kapuscinski
* El periodismo es un emocionante sueño que se parece mucho a una cruel pesadilla, lo que tienen en común, es haberte dado cuenta, que en los dos casos, estabas despierto. Franz Sánchez
Siempre admiré a los héroes de mi infancia. Estaban, mi padre, el Zorro y Robin Hood. Como los adoraba. Siempre quise ser como ellos, a todo precio, a razón de todo.
Crecí y me di cuenta que los dos últimos eran resultado del imaginario colectivo y se habían convertido en leyendas de pueblo. Luego, vi a mi padre cometer tantos errores, que afectaron en mucho la imagen de súper héroe que ostentaba frente a mis ojos.
A medida que fue descartando héroes, llegué a la conclusión de que estos no existen. Aprecié desde adentro el trabajo periodístico y me pareció tan común, tan de mortales. Vi al periodista, no como el poderoso, de palabra influyente en el colectivo, sino como el humano indignado con la injusticia y que cuando escribe, sujeta con una mano el pecho y con la otra, afila la pluma.
Los hombres que llamamos héroes, nunca desearon serlo. Estoy completamente seguro que quienes se inmortalizaron por una hazaña importante, en bien de un pueblo o de una nación, nunca tuvieron el deseo de titularse como héroes. Hicieron lo que correspondía hacer, cuando la vida te pone disyuntivas entre, elegir lo que se sabe correcto, o no molestarse y vivir pensando en lo que se pudo haber hecho, y que no se quiso.
Así son ellos, se juegan la vida muy a menudo, y les parece algo usual. No les extraña el desprendimiento. No piensan en su labor como una manera de ganarse la vida, sino como una vida en sí. Les interesa un rábano lo que piensen, los que manejan el dinero y quienes creen que con él, todo se compra. No ponen en venta, cosas que otros cotizan. Se conmueven, son sensibles con lo que observan. A pesar de los años, podrían llorar como infantes, ante una injusticia, no importando si estas son ajenas. Para ellos nada es ajeno, todo es de todos.
Son valientes, y no dudan si se trata de renunciar, a empresas en las que han depositado mucho de su tiempo, por no ser estas congruentes con sus ideales. No guardan rencores, porque saben que con ellos, mueren en vida las personas. Y a ellos les encanta la vida. Están seguros de que no hay nada que esté por encima de la existencia. Son felices, viven entre problemas y tienen tiempo para regalar sonrisas a sus colegas. No son egoístas, comparten sus conocimientos con las nuevas generaciones. Son unos caballeros. Aman sus raíces, no importando el lugar donde se encuentren. A pesar de las denuncias, encierros, destierros, y decepciones, si podrían volver a nacer, seguirían eligiendo el mismo camino. El de un digno periodista.
Hoy no creo en héroes, creo en periodistas, periodistas de verdad.
Feliz día, periodista con lápiz y borrador, con grabadora a cinta o digital, con micrófono o cámara, de blogger o de web. Feliz día a todos.
* El periodista es sólo un escritor que cuando toma la pluma, no espera en inmortalidad. Hugo Ojetti
* El periodista es un hombre que se ha equivocado de carrera. Otto Von Bismarck
* Yo podría ser un periodista. Creo que las entrevistas son la nueva forma del arte. Creo que la auto-entrevista es la esencia de la creatividad. Hacerte preguntas a ti mismo y tratar de encontrar respuestas. Lo que hace un escritor es contestar una serie de preguntas que no han sido pronunciadas. Jim Morrison
* El periodismo es la protección entre la gente y cualquier clase de regla totalitaria. Es por eso que mi héroe, obviamente dañado, es periodista. Andrew Vachss
* Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo. Ryszard Kapuscinski
* El periodismo es un emocionante sueño que se parece mucho a una cruel pesadilla, lo que tienen en común, es haberte dado cuenta, que en los dos casos, estabas despierto. Franz Sánchez
2 comentarios:
Aunque no conozco personalmente al señor Franz sánchez Cueva, le hago llegar mi felicitación por sus artículos muy bien hechos, respetando al lenguaje y a la verdad. Su estilo es renovador. Con esto no pretendo desmerecer a los demás articulistas que le dan buen nivel a Celendin Pueblo magico.
Desde Mejico
Muchas gracias amigo o amiga.
Que duda cabe, con la confianza que nos dan nuestros lectores, se torna simple, lo más complejo. Gracias nuevamente por darme ese pedacito de su tiempo,y entregarme esas palabras que alientan a éste novel estudiante.Recuerde, compartimos los mismos deseos de superación para nuestro pueblo. Saludos hasta tierras aztecas.
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