Por Franz Sánchez Cueva
Siempre que tengo la oportunidad de referirme a mi tierra natal, desempolvo recuerdos y entrecierro los ojos, como deseando no tener que escribir, primero, temas que avergüencen, y segundo, aspectos que parezcan sacados del imaginario cinematográfico. Y luego digo, por qué suceden cosas extrañas, extravagantes, que indignan y otras que llenan de melancolía. O será que todo ha cambiado, o miro con distintos ojos a mi pueblo.
De a pocos, delineo unos cuantos párrafos, y es allí donde me doy cuenta, que sí, que efectivamente, mi provincia parece haber agotado todo intento de solucionar sus conflictos, con diálogo. Y que la intolerancia ha vuelto a reelegirse de forma indefinida.
En un breve vistazo, alcanzaremos a descubrirlo: Hace poco, luego de ver enfrentarse a facciones políticas del mercado, defendiendo los intereses de sus líderes. Estudiantes del colegio “Manuel de Piérola Castro” en plena celebración de sus bodas de oro, tomaron el plantel educativo y exigieron la destitución del cargo de director, a William Araujo Rojas. Para apaciguar el reclamo de los colegiales, tuvo que intervenir la Policía Nacional. El cuestionado director es acusado por abusar sicológicamente de los alumnos y por temas de corrupción, según manifestaron los demandantes. Eligieron tomar las instalaciones de su institución educativa, bajo la justificación de estar cansados de su autoridad educativa.
Siguiendo con el tema de tomar por la fuerza instalaciones del estado, casi en simultáneo, alumnos de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Cajamarca, se apropiaron del local donde funciona la citada Escuela. También justificaron sus accionar, en la falta de atención por parte de las autoridades. Acaso los puentes de comunicación, entre estudiantes y autoridades universitarias, son tan endebles.
Encima de todo esto, el ambiente electorero, propagandístico se ha dejado sentir achicharrado. Toda coyuntura social en Celendín, es oportunidad para cabalgar sobre ella, con los ojos puestos en el sillón del palacio municipal. Han aparecido nuevos candidatos, y otros viejos, quieren pasar por nuevos. Hasta postulantes de distritos…Que caray. Claro, pero cuando se les pregunta qué opinión tienen sobre la actividad minera en nuestras tierras, suelen repetir lo mismo: ¿Qué…no escuché bien?
También está, la extraña noticia de un hallazgo arqueológico, producto de una expedición, liderada por la Municipalidad. Luego se supo que se trataba de Cueñaspunta, lugar más allá de conocido, abandonado sin compunción. Y que volvió a ser redescubierto, por un municipio que también descubrió que gobernaba, pero muy al final del período. Está lo del mercado, y lo de Cueñaspunta (propaganda adicional).
Como colofón de noticias está, la nueva junta directiva del centro federado de periodistas, que juramentará el 1 de octubre, y que ahora estará bajo la batuta del inminente e impermeable comunicador, Elí Guerrero Vílchez, quien manifestó que entre sus principales planes está, recuperar la ética periodística y la moral. A ver…Dígame en donde se recupera eso, se entrega por abarrotes, al por mayor, se alquila por temporadas o es fiadito. Bueno, éxitos en su expedición.
Luego de este chequeo general, caen como dagas sobre mi cabeza, terribles visiones de próximas campañas electorales. El ambiente está como mar picado. Sálvese quien pueda. O por lo menos póngase a buen recaudo.
Siempre que tengo la oportunidad de referirme a mi tierra natal, desempolvo recuerdos y entrecierro los ojos, como deseando no tener que escribir, primero, temas que avergüencen, y segundo, aspectos que parezcan sacados del imaginario cinematográfico. Y luego digo, por qué suceden cosas extrañas, extravagantes, que indignan y otras que llenan de melancolía. O será que todo ha cambiado, o miro con distintos ojos a mi pueblo.
De a pocos, delineo unos cuantos párrafos, y es allí donde me doy cuenta, que sí, que efectivamente, mi provincia parece haber agotado todo intento de solucionar sus conflictos, con diálogo. Y que la intolerancia ha vuelto a reelegirse de forma indefinida.
En un breve vistazo, alcanzaremos a descubrirlo: Hace poco, luego de ver enfrentarse a facciones políticas del mercado, defendiendo los intereses de sus líderes. Estudiantes del colegio “Manuel de Piérola Castro” en plena celebración de sus bodas de oro, tomaron el plantel educativo y exigieron la destitución del cargo de director, a William Araujo Rojas. Para apaciguar el reclamo de los colegiales, tuvo que intervenir la Policía Nacional. El cuestionado director es acusado por abusar sicológicamente de los alumnos y por temas de corrupción, según manifestaron los demandantes. Eligieron tomar las instalaciones de su institución educativa, bajo la justificación de estar cansados de su autoridad educativa.
Siguiendo con el tema de tomar por la fuerza instalaciones del estado, casi en simultáneo, alumnos de la Escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Cajamarca, se apropiaron del local donde funciona la citada Escuela. También justificaron sus accionar, en la falta de atención por parte de las autoridades. Acaso los puentes de comunicación, entre estudiantes y autoridades universitarias, son tan endebles.
Encima de todo esto, el ambiente electorero, propagandístico se ha dejado sentir achicharrado. Toda coyuntura social en Celendín, es oportunidad para cabalgar sobre ella, con los ojos puestos en el sillón del palacio municipal. Han aparecido nuevos candidatos, y otros viejos, quieren pasar por nuevos. Hasta postulantes de distritos…Que caray. Claro, pero cuando se les pregunta qué opinión tienen sobre la actividad minera en nuestras tierras, suelen repetir lo mismo: ¿Qué…no escuché bien?
También está, la extraña noticia de un hallazgo arqueológico, producto de una expedición, liderada por la Municipalidad. Luego se supo que se trataba de Cueñaspunta, lugar más allá de conocido, abandonado sin compunción. Y que volvió a ser redescubierto, por un municipio que también descubrió que gobernaba, pero muy al final del período. Está lo del mercado, y lo de Cueñaspunta (propaganda adicional).
Como colofón de noticias está, la nueva junta directiva del centro federado de periodistas, que juramentará el 1 de octubre, y que ahora estará bajo la batuta del inminente e impermeable comunicador, Elí Guerrero Vílchez, quien manifestó que entre sus principales planes está, recuperar la ética periodística y la moral. A ver…Dígame en donde se recupera eso, se entrega por abarrotes, al por mayor, se alquila por temporadas o es fiadito. Bueno, éxitos en su expedición.
Luego de este chequeo general, caen como dagas sobre mi cabeza, terribles visiones de próximas campañas electorales. El ambiente está como mar picado. Sálvese quien pueda. O por lo menos póngase a buen recaudo.