A raíz de la Resolución Ministerial 0318-2010 que incluye como Institución Emblemática a la I.E. “Coronel Cortegana” el director, los docentes, padres de familia y ex alumnos de ese plantel han visto con preocupación que en el espacio que disponen en su local tradicional, inmolado bárbaramente en nombre de las apetencias re-reeleccionistas del tirano que nos gobernó a finales del siglo pasado, resultan insuficientes para las comodidades y adelantos que prometen los diez milones de soles que otorga el gobierno a los colegios de esa nominación.
En vista de este problema han enfilado sus baterías hacia los terrenos que actualmente ocupa la I.E. “Manuel de Piérola Castro” en El Porvenir, terrenos que aducen les otorgó en toda regla el filántropo Augusto G. Gil, y el local que ahora, dígase de paso, son de propiedad del Ministerio de Educación, y adjudicados desde hace 30 años a esa Institución que antiguamente se denominara Instituto Nacional Agropecuario Nº 38, lo que ha llevado a un conflicto que día a día, mientras se deslizan y desoyen nuevos argumentos, amenaza con constituirse en un grave problema que puede dividir peligrosamente a la población.
Haciendo un poco de historia, anotaremos que ambos colegios, que rivalizaron noblemente antaño en los aspectos deportivos y cívicos, estuvieron ubicados en el Jr. Ayacucho, distantes una escasa cuadra uno de otro. El INA 38 en una casona que perteneciera a la familia del ingeniero Julio Sánchez Merino, en donde funcionó hasta los años 75 en que pasó a ocupar las instalaciones del desaparecido IPRC. Para luego ocupar la ubicación que tiene actualmente. En este decantar perdió el fundo que otrora le sirviera para las prácticas agropecuarias de los estudiantes.
El Colegio “Coronel Cortegana” por su parte, siempre estuvo ubicado en la casona que donara el filántropo celendino Augusto G. Gil, transformada a medida que pasaban los años en el colegio que fue alma mater de los celendinos de entonces, como único colegio secundario. En tiempos del alcalde Adolfo Aliaga se remodeló al más puro estilo de la “modernización educativa” que preconizaba Fujimori en su gobierno, convertido en un edificio disfuncional, incómodo y poco estético que deformaba el perfil arquitectónico de esa parte de la ciudad.
El asunto es que la comunidad educativa corteganina reclama ahora como suyos los terrenos en cuestión en donde estan seguros que les alcanzará el espacio, hasta para la piscina que proyectan, entre otros adelantos educativos, que redundarán en beneficio de la juventud estudiantil de Celendín, de tal manera que realmente se convierta en un colegio emblemático de verdad y no solo nominalmente, como sucedió con su elevación a la categoría de Gran Unidad Escolar en 1965 porque nunca funcionó realmente como tal.
El llamado a dilucidar esta problemática es el director de la UGECEL, quién tendrá que buscar una solución salomónica a la disputa, porque frente a la posición de los corteganinos, se ha alzado la respuesta de la comunidad educativa del ex INA 38, incluidos los ex alumnos, que no estamos dispuestos a ceder en lo que consideramos legítimos derechos y ponemos en duda las afirmaciones en el sentido de que el filántropo las haya donado precisamente al entonces Colegio Particular “Celendín”, en todo caso donó esos terrenos al pueblo y el “Manuel de Piérola Castro”, quiéranlo o no, es parte del pueblo. Como en los viejos tiempos se han levantado voces altisonantes que nos han hecho recordar al viejo racismo que hubo en los años 60 y 70 por la circunstancia de que la mayoría de los estudiantes del INA 38 provenían de los distritos y se generalizaba el epíteto de “estancieros” aplicado a todos los que estudiábamos allí.
Felizmente existen personas respetables que han hecho saber su opinión como Manuel Silva Rabanal, quien propone un cambio de locales mediante escritura notarial y hasta una fusión de ambos colegios. Como maestro y ex alumno del INA 38, abrigo la esperanza de que las cosas no lleguen a extremos que tengamos que lamentar. Debemos deponer actitudes subalternas y centrarnos en el beneficio que significa para la niñez y juventud celendina el que se proyecte una nueva dimensión educativa en nuestra provincia. Nuestro deber y vocación de maestros debe llevarnos a pensar primero en los alumnos.
En vista de este problema han enfilado sus baterías hacia los terrenos que actualmente ocupa la I.E. “Manuel de Piérola Castro” en El Porvenir, terrenos que aducen les otorgó en toda regla el filántropo Augusto G. Gil, y el local que ahora, dígase de paso, son de propiedad del Ministerio de Educación, y adjudicados desde hace 30 años a esa Institución que antiguamente se denominara Instituto Nacional Agropecuario Nº 38, lo que ha llevado a un conflicto que día a día, mientras se deslizan y desoyen nuevos argumentos, amenaza con constituirse en un grave problema que puede dividir peligrosamente a la población.
Haciendo un poco de historia, anotaremos que ambos colegios, que rivalizaron noblemente antaño en los aspectos deportivos y cívicos, estuvieron ubicados en el Jr. Ayacucho, distantes una escasa cuadra uno de otro. El INA 38 en una casona que perteneciera a la familia del ingeniero Julio Sánchez Merino, en donde funcionó hasta los años 75 en que pasó a ocupar las instalaciones del desaparecido IPRC. Para luego ocupar la ubicación que tiene actualmente. En este decantar perdió el fundo que otrora le sirviera para las prácticas agropecuarias de los estudiantes.
El Colegio “Coronel Cortegana” por su parte, siempre estuvo ubicado en la casona que donara el filántropo celendino Augusto G. Gil, transformada a medida que pasaban los años en el colegio que fue alma mater de los celendinos de entonces, como único colegio secundario. En tiempos del alcalde Adolfo Aliaga se remodeló al más puro estilo de la “modernización educativa” que preconizaba Fujimori en su gobierno, convertido en un edificio disfuncional, incómodo y poco estético que deformaba el perfil arquitectónico de esa parte de la ciudad.
El asunto es que la comunidad educativa corteganina reclama ahora como suyos los terrenos en cuestión en donde estan seguros que les alcanzará el espacio, hasta para la piscina que proyectan, entre otros adelantos educativos, que redundarán en beneficio de la juventud estudiantil de Celendín, de tal manera que realmente se convierta en un colegio emblemático de verdad y no solo nominalmente, como sucedió con su elevación a la categoría de Gran Unidad Escolar en 1965 porque nunca funcionó realmente como tal.
El llamado a dilucidar esta problemática es el director de la UGECEL, quién tendrá que buscar una solución salomónica a la disputa, porque frente a la posición de los corteganinos, se ha alzado la respuesta de la comunidad educativa del ex INA 38, incluidos los ex alumnos, que no estamos dispuestos a ceder en lo que consideramos legítimos derechos y ponemos en duda las afirmaciones en el sentido de que el filántropo las haya donado precisamente al entonces Colegio Particular “Celendín”, en todo caso donó esos terrenos al pueblo y el “Manuel de Piérola Castro”, quiéranlo o no, es parte del pueblo. Como en los viejos tiempos se han levantado voces altisonantes que nos han hecho recordar al viejo racismo que hubo en los años 60 y 70 por la circunstancia de que la mayoría de los estudiantes del INA 38 provenían de los distritos y se generalizaba el epíteto de “estancieros” aplicado a todos los que estudiábamos allí.
Felizmente existen personas respetables que han hecho saber su opinión como Manuel Silva Rabanal, quien propone un cambio de locales mediante escritura notarial y hasta una fusión de ambos colegios. Como maestro y ex alumno del INA 38, abrigo la esperanza de que las cosas no lleguen a extremos que tengamos que lamentar. Debemos deponer actitudes subalternas y centrarnos en el beneficio que significa para la niñez y juventud celendina el que se proyecte una nueva dimensión educativa en nuestra provincia. Nuestro deber y vocación de maestros debe llevarnos a pensar primero en los alumnos.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
1 comentario:
Hay un dicho que reza "El peor enemigo de un peruano es otro peruano", lógicamente es aplicable a los Celendinos ( El peor enemigo de un Shilico es otro shilico) diría; Esto a relación con lo sucitado por haberse seleccionado a la IE "Coronel Cortegana" como colegio emblemático ; Al margen de el amor a nuestra Alma mater (Cuaquiera que sea), debemos dejarnos de egoísmos y pasiones desenfrenadas, solamente hay que escuchar a la Voz de la experiencia, a un hombre integro como es el Profesor Manuel Silva , su posisición al respecto es la más alturada, acaso un Celendino duda que un colegio fusionado con las condiciones adecuadas de infraestructura,laboratorios implementados y sobre todo de alto nivel educativo, ¿No sería mejor de lo que actualmente son las dos?
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