Pese a la opinión interesada de alguna gente que pretende menoscabar nuestra prédica en defensa de Celendín tildándonos de antimineros sin razón y de opuestos a la modernización de la ciudad (por oponernos a la siembra compulsiva de cemento y ladrillos que desfiguran y destruyen el perfil arquitectónico de lo que alguna vez fue una ciudad única y original que estaba en perfecta armonía con su entorno), publicamos ahora las opiniones de Hénderson Guevara Díaz, un arqueólogo descendiente de celendinos que no ha perdido su identidad y se preocupa por el futuro de la provincia. Pese a que no concordamos con la visión optimista que nutre sus propuestas, publicamos su opinión como un indicativo de que en el colectivo CPM y Fuscán estamos abiertos al diálogo alturado y constructivo, que publicaremos cualquier opinión, sea cual fuere su dirección, siempre que esté redactada correctamente y con fundamentos. Está demás decir que la principal minera que trabaja en Cajamarca, Yanacocha, nunca ha demostrado respeto por la población ni por el medio ambiente. Su tentáculo, Minas Conga, amenaza ahora a Celendín y la primera medida que anuncia es que destruirá veinte lagunas y humedales de altura, fuentes del agua que alimentan a muchas comunidades. La minería respetuosa del medio ambiente de la que habla Guevara nos gustaría que nos diga en dónde opera. No en el Perú, ciertamente. Hacemos constar que en el texto de Guevara el subrayado de algún párrafo es nuestro (NdlR).
Por Hénderson Guevara Díaz
1.- No conozco el proyecto minero la Conga que se señala en el texto (ubicación, minerales a explotar, mediana o pequeña minería, etc.), sin embargo no creo que debiéramos tenerle miedo. La minería de hoy no vierte sus desechos al medio ambiente, hasta donde tengo entendido, los trata previamente. Hoy por hoy existen tecnologías de primer nivel para mitigar la contaminación. Claro, eso lo hacen las compañías mineras con verdadera responsabilidad social que tienen y cuidan su imagen a nivel internacional. En este caso es importante conocer quién es el inversor y de su historial minero. El pueblo y las autoridades locales deben ser los mejores vigilantes de este proyecto minero. Por otro lado, la minería puede desarrollar a Celendín a nivel profesional.
Muchos jóvenes salen de Celendín a la costa para estudiar y, luego, lo aprendido lo desarrollan en aquellas ciudades o viajan a muchas otras distintas de donde estudiaron, instalándose con sus propias familias y desligándose para siempre de su tierra natal y con ello borrando toda memoria regional y familiar de sus hijos y de los hijos de sus hijos. La minería puede ser atractiva para que esos profesionales (administardores, ingenieros, técnicos, etc.) regresen a su tierra y trabajen en ella directa o indirectamente, a través de la oferta de servicios (movilidad o transporte de personal, alquiler de vehículos, hoteles, alimentación, consultorías, etc). Así, Celendín recaudaría más y con mayores recursos se modernizaría. Entiéndase modernidad, no como la inversión de cemento innecesario, sino como la inversión, por ejemplo, en mejores centros de salud (no postas, sino hospitales bien equipados tal vez), centros educativos tecnológicos (no \"normales\" para formar deficientes profesores), obras de irrigación, construcción de plantas que descontaminen las efluentes de la ciudad, en fin, bien administrado el dinero y con buenos proyectos de desarrollo la ciudad y la provincia se podrían beneficiar.
2.- El turismo es una fuente importantísima de recursos a nivel mundial y lo ha demostrado los tiempos recientes en el Perú. Si Celendín no quiere minería, entonces se debe trabajar no desde ahora, sino desde ayer (es decir a paso de rayo) al respecto. ¿Con que recursos turísticos cuenta Celendín, los conocemos, sabemos dónde se encuentran, cuantos atractivos tenemos, son atractivos históricos, ecológicos, de aventura, de salud, vivenciales?, etc, etc, etc. ¿Tenemos en la ciudad una buena infraestructura de hoteles o alojamientos (no de esos que son utilizados por las personas y comerciantes de paso, sin el ánimo de menospreciar) y restaurantes y todo servicio afín a la actividad turística. El personal de estos servicios es profesional o está capacitado? Con lo que digo no quiero que se tenga la percepción que solo me refiero a grandezas, pero el turismo en estos tiempos es muy exigente y si no tratas bien, el turista no vuelve, y si no vuelve, el sector no se desarrolla. Hay que trabajar en enfocar los atractivos más importantes y desarrollarlos y finalmente, posicionarlos. Por ejemplo, en el río de La Llanga (que tuve la oportunidad de recorrerlo desde Llanguat hasta el Marañón en la década de los 90) me parece un lugar fascinante para las actividades del Kayac. En Celendín no tenemos un Machupicchu, pero tenemos a La Chocta, abandonada y dejando que el tiempo la destruya. Ninguna autoridad local o provincial se preocupa. Ahora, podrán decir que no hay dinero, perfecto, no lo hay en las instituciones locales, para ello entonces salgo a buscarlo con un proyecto bien elaborado y sustentado. No sólo se contemplaría conservación y restauración sino también investigación. La investigación es una inversión. Miren ustedes la investigación de la costa norte que ha dado a conocer muchos y monumentales sitios arqueológicos o huacas que ahora son parte de circuitos turísticos que dejan dividendos a los pobladores locales que se han preparado y capacitado, desarrollando restaurantes, alojamientos acogedores con servicios modestos pero de calidad, etc. Con un solo sitio arqueológico tampoco se puede salir a pelear en el ámbito nacional, para ello hay que ir por toda la provincia y alrededores a la ciudad a \"buscar\" sitios arqueológicos, elaborando un registro de ellos, arrojando un diagnóstico de su situación actual, es decir estado de conservación, tamaño, potencial, acceso, etc.
Y así, pues, el tema no es sencillo. Pero no imposible. Evaluar otras actividades de posible atractivo complementa la idea que tengo. Acabo de dar dos ejemplos en los que se puede trabajar. Miren y busquen a su alrededor que más se puede incluir.
3.- Sí me parece penoso que la arquitectura urbana de Celendín se esté reemplazando por edificaciones que no guardan armonía con la original. La municipalidad, al respecto, debería hacer dos cosas. Primero, habilitar zona o zonas especial(es) (por decirlo de alguna forma) donde la gente que quiera construir con la modernidad de estos tiempos lo haga a su libertad y gusto estético (una suerte de urbanización moderna, tampoco se puede impedir este derecho a las personas que quieran hacerlo). En segundo lugar, la municipalidad debe declarar (habría que estudiar si se permite legalmente) o tal vez gestionar ante el Ministerio de Cultura para que toda o una parte importante de la ciudad, tal vez la zona que conserva el trazo original de 1802), como patrimonio regional o provincial o nacional. Ello implica que las construcciones nuevas deben ajustarse al entorno urbano paisajístico que tiene más de 200 años. Así podrán edificarse casas o negocios nuevos de fierro y cemento, pero con las características estilísticas de las casas shilicas. Se detiene de esta manera la \"modernidad monsturosa\" urbana de estos días.
Bueno, no quiero cansarlos con este extenso texto. Sólo me queda agradecer por permitirle al suscrito (descendiente de padres y abuelos shilicos), expresar este comentario que de seguro puede encontrar opiniones contrarias.
Atte.
Hénderson Guevara Díaz
Arqueólogo
09901730
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
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Por Hénderson Guevara Díaz
1.- No conozco el proyecto minero la Conga que se señala en el texto (ubicación, minerales a explotar, mediana o pequeña minería, etc.), sin embargo no creo que debiéramos tenerle miedo. La minería de hoy no vierte sus desechos al medio ambiente, hasta donde tengo entendido, los trata previamente. Hoy por hoy existen tecnologías de primer nivel para mitigar la contaminación. Claro, eso lo hacen las compañías mineras con verdadera responsabilidad social que tienen y cuidan su imagen a nivel internacional. En este caso es importante conocer quién es el inversor y de su historial minero. El pueblo y las autoridades locales deben ser los mejores vigilantes de este proyecto minero. Por otro lado, la minería puede desarrollar a Celendín a nivel profesional.
Muchos jóvenes salen de Celendín a la costa para estudiar y, luego, lo aprendido lo desarrollan en aquellas ciudades o viajan a muchas otras distintas de donde estudiaron, instalándose con sus propias familias y desligándose para siempre de su tierra natal y con ello borrando toda memoria regional y familiar de sus hijos y de los hijos de sus hijos. La minería puede ser atractiva para que esos profesionales (administardores, ingenieros, técnicos, etc.) regresen a su tierra y trabajen en ella directa o indirectamente, a través de la oferta de servicios (movilidad o transporte de personal, alquiler de vehículos, hoteles, alimentación, consultorías, etc). Así, Celendín recaudaría más y con mayores recursos se modernizaría. Entiéndase modernidad, no como la inversión de cemento innecesario, sino como la inversión, por ejemplo, en mejores centros de salud (no postas, sino hospitales bien equipados tal vez), centros educativos tecnológicos (no \"normales\" para formar deficientes profesores), obras de irrigación, construcción de plantas que descontaminen las efluentes de la ciudad, en fin, bien administrado el dinero y con buenos proyectos de desarrollo la ciudad y la provincia se podrían beneficiar.
2.- El turismo es una fuente importantísima de recursos a nivel mundial y lo ha demostrado los tiempos recientes en el Perú. Si Celendín no quiere minería, entonces se debe trabajar no desde ahora, sino desde ayer (es decir a paso de rayo) al respecto. ¿Con que recursos turísticos cuenta Celendín, los conocemos, sabemos dónde se encuentran, cuantos atractivos tenemos, son atractivos históricos, ecológicos, de aventura, de salud, vivenciales?, etc, etc, etc. ¿Tenemos en la ciudad una buena infraestructura de hoteles o alojamientos (no de esos que son utilizados por las personas y comerciantes de paso, sin el ánimo de menospreciar) y restaurantes y todo servicio afín a la actividad turística. El personal de estos servicios es profesional o está capacitado? Con lo que digo no quiero que se tenga la percepción que solo me refiero a grandezas, pero el turismo en estos tiempos es muy exigente y si no tratas bien, el turista no vuelve, y si no vuelve, el sector no se desarrolla. Hay que trabajar en enfocar los atractivos más importantes y desarrollarlos y finalmente, posicionarlos. Por ejemplo, en el río de La Llanga (que tuve la oportunidad de recorrerlo desde Llanguat hasta el Marañón en la década de los 90) me parece un lugar fascinante para las actividades del Kayac. En Celendín no tenemos un Machupicchu, pero tenemos a La Chocta, abandonada y dejando que el tiempo la destruya. Ninguna autoridad local o provincial se preocupa. Ahora, podrán decir que no hay dinero, perfecto, no lo hay en las instituciones locales, para ello entonces salgo a buscarlo con un proyecto bien elaborado y sustentado. No sólo se contemplaría conservación y restauración sino también investigación. La investigación es una inversión. Miren ustedes la investigación de la costa norte que ha dado a conocer muchos y monumentales sitios arqueológicos o huacas que ahora son parte de circuitos turísticos que dejan dividendos a los pobladores locales que se han preparado y capacitado, desarrollando restaurantes, alojamientos acogedores con servicios modestos pero de calidad, etc. Con un solo sitio arqueológico tampoco se puede salir a pelear en el ámbito nacional, para ello hay que ir por toda la provincia y alrededores a la ciudad a \"buscar\" sitios arqueológicos, elaborando un registro de ellos, arrojando un diagnóstico de su situación actual, es decir estado de conservación, tamaño, potencial, acceso, etc.
Y así, pues, el tema no es sencillo. Pero no imposible. Evaluar otras actividades de posible atractivo complementa la idea que tengo. Acabo de dar dos ejemplos en los que se puede trabajar. Miren y busquen a su alrededor que más se puede incluir.
3.- Sí me parece penoso que la arquitectura urbana de Celendín se esté reemplazando por edificaciones que no guardan armonía con la original. La municipalidad, al respecto, debería hacer dos cosas. Primero, habilitar zona o zonas especial(es) (por decirlo de alguna forma) donde la gente que quiera construir con la modernidad de estos tiempos lo haga a su libertad y gusto estético (una suerte de urbanización moderna, tampoco se puede impedir este derecho a las personas que quieran hacerlo). En segundo lugar, la municipalidad debe declarar (habría que estudiar si se permite legalmente) o tal vez gestionar ante el Ministerio de Cultura para que toda o una parte importante de la ciudad, tal vez la zona que conserva el trazo original de 1802), como patrimonio regional o provincial o nacional. Ello implica que las construcciones nuevas deben ajustarse al entorno urbano paisajístico que tiene más de 200 años. Así podrán edificarse casas o negocios nuevos de fierro y cemento, pero con las características estilísticas de las casas shilicas. Se detiene de esta manera la \"modernidad monsturosa\" urbana de estos días.
Bueno, no quiero cansarlos con este extenso texto. Sólo me queda agradecer por permitirle al suscrito (descendiente de padres y abuelos shilicos), expresar este comentario que de seguro puede encontrar opiniones contrarias.
Atte.
Hénderson Guevara Díaz
Arqueólogo
09901730
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
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