OPINIÓN: Una maniobra más del gobierno

Por Crispín Piritaño

Cuando un gobierno toma una decisión en contra del pueblo que lo encumbró al poder pierde legitimidad y credibilidad ante los ojos de la nación. Esta toma de dirección contraria a los intereses nacionales lo tiñe de traición y felonía, pues existe la sospecha de que su terco empeño por favorecer a la transnacional criminal y contaminadora, está lubricado con dinero que ha corrido bajo la mesa.

.

Así empieza el dialogo el gobierno: recortando el presupuesto a la región y enviando a cachacos para amedrentar a la población. Así no se le juega al Perú.

Esta situación explica por qué el presidente no se atreve a volver a Cajamarca, a cuya población engañó para lograr una votación que le permiten sonreír desde el palacio de gobierno. Y es que es difícil encarar desde la mentira nuestras acciones, pues tenemos la certeza de que no hemos obrado bien. Es como escupir al cielo. Por eso está intentando vanamente seguir mintiéndole a la población a través de emisarios que negocien por él.

Primero lo hizo con el premier Lerner, que, a nuestro juicio, tenía mayor capacidad para negociar, pero partió de una premisa falsa impuesta por la irresponsable aprobación del EIA falseado que admitió, ahora ya sabemos cómo y por qué, el gordo Crazy. Sí, el de la plata que llega sola. Luego envió al incapaz Valdés, quién, dándose aires de mandón y sabelotodo,  creyó que los cajamarquinos éramos subalternos a quienes podía imponer mediante la fuerza, con los resultados lamentables que todos conocemos.

Hoy empieza una maniobra dilatoria más, para torcer la voluntad mayoritaria de la población cajamarquina, que está cansada de la destrucción, contaminación del ambiente, de funcionarios, autoridades, de prostitución, borrachera y crímenes, propiciados por la funesta presencia de Newmont Mining Co, alias Yanacocha en 20 años de explotación a tajo abierto, sin que Cajamarca vea un progreso real. 

En el diálogo que empieza hoy entre el premier Juan Jiménez y el presidente regional Gregorio Santos, la postura de Cajamarca debe ser la misma que expresa casi el 80 % de pobladores de la región: Que de una vez por todas se declare la inviabilidad del proyecto Conga. Que se detenga la construcción engañosa de la represa por parte de Yanacocha y que la minera recoja su maquinaria, se guarde su inversión y se marche por donde vino.

Y no es que sea un capricho basado en la ignorancia de los cajamarquinos, como propalan los felipillos que lamen los desperdicios de la minera y proclaman las “ventajas” que traería la minería “responsable” a los cajamarquinos. Se trata de defender, como dice la Constitución, a los recursos hídricos frágiles, como es el caso de Minas Conga, que es cabecera de cuenca, porque en ello va la existencia misma del planeta. Es bárbaro y criminal atentar contra la vida de miles de campesinos que necesitan este recurso en el mismo estado que lo creó la naturaleza.

Todo aquel que dude de lo que defendemos debe preguntarse por qué en los países de donde provienen estas empresas (EEUU, Canadá, China, Japón y muchos países europeos) no admiten los métodos que utilizan en los llamados países tercemundistas. La respuesta la sabemos los que estamos informados de lo que ocurre en el mundo: No les permiten explotar a tajo abierto con cianuro y mercurio porque es letal para la salud humana y del planeta.

En este diálogo que hoy empieza, deben intervenir los que realmente están autorizados para ello. No entendemos la intervención de los “padrecitos” mediadores, porque ellos no tienen ninguna autoridad para hacerlo y, no sé si consciente o no, se están prestando a los siniestros propósitos del  gobierno. Más bien deben dedicarse a elevar oraciones para que ilumine la mente del traidor de palacio a fin de que cumpla sus promesas hechas a los cajamarquinos en su campaña electoral.

¡FUERA YANACOCHA DE CELENDÍN! ¡CONGA NO VA, NI HOY, NI NUNCA!