Un candidato empecinado y ciego, una amenaza cierta. |
Por Crispín Piritaño
Las últimas declaraciones del aparato estatal en el sentido de que la candidatura de Nadine Heredia no va, han tenido la virtud de resucitar a un cadáver político como el ex primer ministro Oscar Valdés Dancuart, quien, muy a su estilo, cachaco y autoritario, se ha lanzado a hacer una serie de críticas a diversas acciones del gobierno y de los congresistas y muy suelto de huesos, como si tuviera una real plataforma de apoyo, ha anunciado que se lanzará como candidato a la presidencia de la república el 2016, postulación para la que ya contaría con un partido político que lo apoya.
A los cajamarquinos, en especial a los que pensamos con la razón y queremos conservar nuestro medio ambiente y protegerlo de la voracidad de las transnacionales y de Roque Benavides, esta noticia debería preocuparnos, por su conocida e irrazonable posición con respecto al proyecto Conga, cuyo trato durante su fracasada gestión fue de triste recordación. Recordemos que en esa oportunidad quiso imponer sus opiniones a todo trance; como si todos los cajamarquinos fuésemos sus subalternos con la obligación de aceptar sus órdenes sin dudas ni murmuraciones.
Pero no solo a los cajamarquinos deben preocuparnos los afanes de este ex militar, firmante del infame pacto de sujeción a Montesinos el 13 de marzo de 1999 y redactor del documento de felicitación a los asesinos del grupo Colina, porque tiene una personalidad soberbia y prepotente, incapacitado para el diálogo, recalcitrante y ciego en sus decisiones, desatinadas o no. Su asunción a la presidencia significaría ungir a un obsesivo dictador en ciernes, a un ejecutor insistente de un compromiso firmado in artículo mortis por Crazy Horse y la Newmont Mining Co. En suma, un sujeto visceral y atrabiliario, a quien fácilmente se le suben los humos a la menor contradicción. Lo menos que necesita el Perú y sus problemas es un personaje como el ex ministro, que, Dios no lo quiera, nos lleve al abismo sin ningún remordimiento si llega a ser presidente.
Pero aquí cabe la reflexión acerca de la tan cacareada agrupación política que respaldaría su postulación. ¿Será acaso el humalismo traidor a las aspiraciones del pueblo el que pretende reelegirse tras la defección de Nadine Heredia, al parecer precipitada por su caída libre en las encuestas? Todo parece indicarlo así y los peruanos debemos tener presente y no creer en promesas de los políticos de ese partido porque a la vuelta de la esquina y so pretexto de la hoja de ruta, se olvidan de lo que prometieron y se alinean a la derecha bruta y achorada.
No creemos que haya otro partido político que avale las pretenciones de Valdés. En el espectro político nacional, aun cuando se ven desprestigiados los partidos tradicionales como el Apra, vía los narcoindultos, Perú Posible, a raíz de las millonarias compras de inmuebles por parte de su suegra y el fujimontescinismo a través de su eterna candidata Keiko que pretende hacernos creer que su padre no sabía lo que hacía Montesinos, todos son renuentes a aceptar la postulación de un candidato postizo que no sean Crazy, el “Cholo Sagrado” y la ex primera dama, respectivamente.
Lo único que nos queda es apoyar la candidatura de agrupaciones consecuentes con nuestros principios de no entreguismo y de conservación de nuestros recursos y medio ambiente, siempre y cuando se mantengan unidos y demuestren su amor a la causa, renunciando a sus posibles candidaturas si el curso de las acciones lo requiere así. El pueblo ya está cansado de partidos políticos y su lastre de corrupción.
Las últimas declaraciones del aparato estatal en el sentido de que la candidatura de Nadine Heredia no va, han tenido la virtud de resucitar a un cadáver político como el ex primer ministro Oscar Valdés Dancuart, quien, muy a su estilo, cachaco y autoritario, se ha lanzado a hacer una serie de críticas a diversas acciones del gobierno y de los congresistas y muy suelto de huesos, como si tuviera una real plataforma de apoyo, ha anunciado que se lanzará como candidato a la presidencia de la república el 2016, postulación para la que ya contaría con un partido político que lo apoya.
A los cajamarquinos, en especial a los que pensamos con la razón y queremos conservar nuestro medio ambiente y protegerlo de la voracidad de las transnacionales y de Roque Benavides, esta noticia debería preocuparnos, por su conocida e irrazonable posición con respecto al proyecto Conga, cuyo trato durante su fracasada gestión fue de triste recordación. Recordemos que en esa oportunidad quiso imponer sus opiniones a todo trance; como si todos los cajamarquinos fuésemos sus subalternos con la obligación de aceptar sus órdenes sin dudas ni murmuraciones.
Pero no solo a los cajamarquinos deben preocuparnos los afanes de este ex militar, firmante del infame pacto de sujeción a Montesinos el 13 de marzo de 1999 y redactor del documento de felicitación a los asesinos del grupo Colina, porque tiene una personalidad soberbia y prepotente, incapacitado para el diálogo, recalcitrante y ciego en sus decisiones, desatinadas o no. Su asunción a la presidencia significaría ungir a un obsesivo dictador en ciernes, a un ejecutor insistente de un compromiso firmado in artículo mortis por Crazy Horse y la Newmont Mining Co. En suma, un sujeto visceral y atrabiliario, a quien fácilmente se le suben los humos a la menor contradicción. Lo menos que necesita el Perú y sus problemas es un personaje como el ex ministro, que, Dios no lo quiera, nos lleve al abismo sin ningún remordimiento si llega a ser presidente.
Pero aquí cabe la reflexión acerca de la tan cacareada agrupación política que respaldaría su postulación. ¿Será acaso el humalismo traidor a las aspiraciones del pueblo el que pretende reelegirse tras la defección de Nadine Heredia, al parecer precipitada por su caída libre en las encuestas? Todo parece indicarlo así y los peruanos debemos tener presente y no creer en promesas de los políticos de ese partido porque a la vuelta de la esquina y so pretexto de la hoja de ruta, se olvidan de lo que prometieron y se alinean a la derecha bruta y achorada.
No creemos que haya otro partido político que avale las pretenciones de Valdés. En el espectro político nacional, aun cuando se ven desprestigiados los partidos tradicionales como el Apra, vía los narcoindultos, Perú Posible, a raíz de las millonarias compras de inmuebles por parte de su suegra y el fujimontescinismo a través de su eterna candidata Keiko que pretende hacernos creer que su padre no sabía lo que hacía Montesinos, todos son renuentes a aceptar la postulación de un candidato postizo que no sean Crazy, el “Cholo Sagrado” y la ex primera dama, respectivamente.
Lo único que nos queda es apoyar la candidatura de agrupaciones consecuentes con nuestros principios de no entreguismo y de conservación de nuestros recursos y medio ambiente, siempre y cuando se mantengan unidos y demuestren su amor a la causa, renunciando a sus posibles candidaturas si el curso de las acciones lo requiere así. El pueblo ya está cansado de partidos políticos y su lastre de corrupción.
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