Para Jorge Chávez Silva
Charrito:
No puedo negarme a que mi modesta opinión sirva de algo para frenar esta barbarie. Existe un REGLAMENTO NACIONAL DE CONSTRUCCIONES que, por supuesto, no excluye a Celendín. Es decir, hay una ley que respalda a nuestro pueblo.
Las actuales autoridades municipales están acabando con la armonía de la ciudad. No existe una planificación de expansión urbana.
Al proponer el uso de los suelos de menor precio para fines de vivienda, ya se comieron la Pampa Chica, y ahora le toca el turno a la Pampa Grande. ¿Acaso no hay alternativas para un mejor uso del suelo? Las zonas bajas desde la Breña ya acusan problemas en sus alcantarillados contaminando los hogares en su propio interior, al salir las aguas negras dentro de ellas.
Debe declararse intangible el centro histórico, el viejo damero celendino. Cualquier edificación debe respetar la armonía arquitectónica. Por favor, quienes hayan ido recientemente por Chota y Bambamarca, habrán quedado horrorizados de la agresión del concreto y del ladrillo, no sólo a la vieja ciudad, sino al entorno armonioso que el ser humano necesita para vivir.
Este desorden es la expresión de un oscuro poder económico ejercido por los agentes de un éxodo rural cuya fortuna debe investigarse. Estaremos unidos en esta cruzada.
¿De que sirvió, según estoy enterado, el esfuerzo de Alfredo Pita y de otros paisanos que en julio 2007 le solicitaron al alcalde que preserve la ciudad?
Un abrazo
Alvaro Bazán
Charrito:
No puedo negarme a que mi modesta opinión sirva de algo para frenar esta barbarie. Existe un REGLAMENTO NACIONAL DE CONSTRUCCIONES que, por supuesto, no excluye a Celendín. Es decir, hay una ley que respalda a nuestro pueblo.
Las actuales autoridades municipales están acabando con la armonía de la ciudad. No existe una planificación de expansión urbana.
Al proponer el uso de los suelos de menor precio para fines de vivienda, ya se comieron la Pampa Chica, y ahora le toca el turno a la Pampa Grande. ¿Acaso no hay alternativas para un mejor uso del suelo? Las zonas bajas desde la Breña ya acusan problemas en sus alcantarillados contaminando los hogares en su propio interior, al salir las aguas negras dentro de ellas.
Debe declararse intangible el centro histórico, el viejo damero celendino. Cualquier edificación debe respetar la armonía arquitectónica. Por favor, quienes hayan ido recientemente por Chota y Bambamarca, habrán quedado horrorizados de la agresión del concreto y del ladrillo, no sólo a la vieja ciudad, sino al entorno armonioso que el ser humano necesita para vivir.
Este desorden es la expresión de un oscuro poder económico ejercido por los agentes de un éxodo rural cuya fortuna debe investigarse. Estaremos unidos en esta cruzada.
¿De que sirvió, según estoy enterado, el esfuerzo de Alfredo Pita y de otros paisanos que en julio 2007 le solicitaron al alcalde que preserve la ciudad?
Un abrazo
Alvaro Bazán
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