Por Jorge A. Chávez Silva, “Charro”
Al finalizar el año 2008, es necesario hacer un balance del esfuerzo de la asociación CELENDIN PUEBLO MAGICO y de sus páginas en Internet, cuyo norte es crear conciencia entre los celendinos acerca de su papel en el destino del pueblo que nos vio nacer.
En el plano de las estadísticas, es satisfactorio comprobar nuestro crecimiento en entradas con relación al año 2007 en que incursionamos en la red. Ese año tuvimos 9857 entradas frente a las 22,742 que hemos registrado en el presente. Hemos crecido 130,7 % en un año. De continuar esta tendencia, avizoramos un futuro promisorio que esperamos sea para bien de nuestra provincia.
Asimismo, según el servicio Webstats, de las mil páginas más vistas en el Perú figuramos en el puesto 448, cuando en el 2007, los buscadores de Internet ni siquiera nos tomaban en cuenta. Hoy somos la página de más nivel en todo Cajamarca, incluyendo los sitios de la misma capital del departamento. Todo esto en un país al que no le interesa la cultura, ni la solución de la problemática de los pueblos del interior y más bien apuesta por los sitios que propenden el ocio, el sexo en todas sus variantes y la diversión malsana.
Por lo demás, registramos entradas desde todos los puntos del orbe, de países tan lejanos como los del continente africano y hasta de Ceilán, hoy Sri Lanka, en la enigmática Asia. Nos preguntamos, extrañados, ¿habrá por esos mundos remotos algún celendino? Ello corroboraría aquel viejo aserto de que a cualquier lugar del mundo donde se vaya siempre se encontrará un celendino.
Nos preocupan las pocas entradas registradas en el propio Celendín, lugar en donde hay muchos puntos de Internet. Esto es un claro indicio de la poca atención que conceden los maestros y autoridades en general al buen uso de la red. En viajes anteriores hemos visto a nuestra niñez, esperanza del futuro, perdiendo su tiempo y energías en juegos que propician la violencia, el racismo, la exclusión y la deformación de la sexualidad. ¿Qué pasa con los maestros de Celendín, otrora pueblo culto? ¿Por qué no usar la información de CPM para propiciar identidad y respeto por nuestros valores? ¿En dónde quedó la impronta dejada por sus propios maestros? La mejor manera de honrarlos sería precisamente seguir su ejemplo.
El papel de los maestros, de las autoridades y de todo responsable consciente es cautelar el buen uso de Internet por los jóvenes. ¿O acaso hay algunos irresponsables que prefieren que los niños no se enteren de la existencia de CPM, porque nuestra página propicia la crítica y el debate y sobre todo, pone en tela de juicio toda mala gestión?
No entendemos por qué las generaciones de maestros que están sobre los 40 y 50 años se desinteresan tanto en Internet, cuando su deber es actualizarse en cuanto a las nuevas tecnologías de la comunicación para guiar mejor a sus alumnos. Estos maestros no pueden ser tan inconscientes, tan ciegos con respecto a lo que se pierden, por andar pensando que su tiempo ya terminó y que sólo sirvieron para conocer la máquina de escribir y el esténcil.
Entre otras motivos, estas actitudes retrógradas nos han obligado a editar FUSCAN, órgano impreso de CPM. Lo que por supuesto implica algunos sacrificios. Los lectores deben colaborar aportando la módica suma de S/. 1,00 para hacer posible nuestro periódico. Los redactores no percibimos sueldo ni nos sustenta ninguna ONG, y por razones fáciles de adivinar no tenemos avisaje, pero FUSCAN debe existir y persistir, no sólo por una cuestión de sensibilidad, sino por un genuino y celendino sentido de la responsabilidad. Vaya nuestro agradecimiento a todos los que ya nos ayudan en su publicación.
Que el año nuevo nos lleve a ahondar nuestro compromiso con la cultura y con Celendín. Tenemos que cambiar y militar unidos bajo las banderas de CPM, que es la primera trinchera del pueblo. La problemática de nuestra provincia y las batallas que se avecinan lo exigen así.
Al finalizar el año 2008, es necesario hacer un balance del esfuerzo de la asociación CELENDIN PUEBLO MAGICO y de sus páginas en Internet, cuyo norte es crear conciencia entre los celendinos acerca de su papel en el destino del pueblo que nos vio nacer.
En el plano de las estadísticas, es satisfactorio comprobar nuestro crecimiento en entradas con relación al año 2007 en que incursionamos en la red. Ese año tuvimos 9857 entradas frente a las 22,742 que hemos registrado en el presente. Hemos crecido 130,7 % en un año. De continuar esta tendencia, avizoramos un futuro promisorio que esperamos sea para bien de nuestra provincia.
Asimismo, según el servicio Webstats, de las mil páginas más vistas en el Perú figuramos en el puesto 448, cuando en el 2007, los buscadores de Internet ni siquiera nos tomaban en cuenta. Hoy somos la página de más nivel en todo Cajamarca, incluyendo los sitios de la misma capital del departamento. Todo esto en un país al que no le interesa la cultura, ni la solución de la problemática de los pueblos del interior y más bien apuesta por los sitios que propenden el ocio, el sexo en todas sus variantes y la diversión malsana.
Por lo demás, registramos entradas desde todos los puntos del orbe, de países tan lejanos como los del continente africano y hasta de Ceilán, hoy Sri Lanka, en la enigmática Asia. Nos preguntamos, extrañados, ¿habrá por esos mundos remotos algún celendino? Ello corroboraría aquel viejo aserto de que a cualquier lugar del mundo donde se vaya siempre se encontrará un celendino.
Nos preocupan las pocas entradas registradas en el propio Celendín, lugar en donde hay muchos puntos de Internet. Esto es un claro indicio de la poca atención que conceden los maestros y autoridades en general al buen uso de la red. En viajes anteriores hemos visto a nuestra niñez, esperanza del futuro, perdiendo su tiempo y energías en juegos que propician la violencia, el racismo, la exclusión y la deformación de la sexualidad. ¿Qué pasa con los maestros de Celendín, otrora pueblo culto? ¿Por qué no usar la información de CPM para propiciar identidad y respeto por nuestros valores? ¿En dónde quedó la impronta dejada por sus propios maestros? La mejor manera de honrarlos sería precisamente seguir su ejemplo.
El papel de los maestros, de las autoridades y de todo responsable consciente es cautelar el buen uso de Internet por los jóvenes. ¿O acaso hay algunos irresponsables que prefieren que los niños no se enteren de la existencia de CPM, porque nuestra página propicia la crítica y el debate y sobre todo, pone en tela de juicio toda mala gestión?
No entendemos por qué las generaciones de maestros que están sobre los 40 y 50 años se desinteresan tanto en Internet, cuando su deber es actualizarse en cuanto a las nuevas tecnologías de la comunicación para guiar mejor a sus alumnos. Estos maestros no pueden ser tan inconscientes, tan ciegos con respecto a lo que se pierden, por andar pensando que su tiempo ya terminó y que sólo sirvieron para conocer la máquina de escribir y el esténcil.
Entre otras motivos, estas actitudes retrógradas nos han obligado a editar FUSCAN, órgano impreso de CPM. Lo que por supuesto implica algunos sacrificios. Los lectores deben colaborar aportando la módica suma de S/. 1,00 para hacer posible nuestro periódico. Los redactores no percibimos sueldo ni nos sustenta ninguna ONG, y por razones fáciles de adivinar no tenemos avisaje, pero FUSCAN debe existir y persistir, no sólo por una cuestión de sensibilidad, sino por un genuino y celendino sentido de la responsabilidad. Vaya nuestro agradecimiento a todos los que ya nos ayudan en su publicación.
Que el año nuevo nos lleve a ahondar nuestro compromiso con la cultura y con Celendín. Tenemos que cambiar y militar unidos bajo las banderas de CPM, que es la primera trinchera del pueblo. La problemática de nuestra provincia y las batallas que se avecinan lo exigen así.
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