Deberíamos protestar porque el Congreso de la República ha decidido condecorar a un criminal de guerra como el ex primer ministro español José María Aznar, que hizo de mayordomo y cómplice el día en que George W. Bush y Tony Blair decidieron invadir Irak.
Aquel día, en las Azores, Aznar aceptó seguir a sus ídolos en su guerra de rapiña por el petróleo iraquí. El saldo de esa decisión, que aún no ha sido cuantificado definitivamente, supera el medio millón de víctimas civiles, según organismos de derechos humanos.
Si, deberíamos protestar, pero para qué ya, si las medallas del Congreso peruano se las dan a cualquiera, hasta a bataclanas de la televisión como Magaly "Urraca" Medina.
Como dijo un día de extrema lucidez Pablo Macera, cuando todavía era un historiador respetable, "el Perú es un burdel". Y ya se sabe, en los burdeles ocurre cada cosa...
Pero, ya se sabe, en este mundo hay dos pesas y dos medidas, según a quien haya que pesar, y a los poderosos no se les toca ni con el pétalo de una rosa. Ni a los poderosos ni a sus domésticos, como Aznar. Claro, estos últimos tienden a caer en el olvido, pero siempre habrá algún país sudamericano donde los ignorantes hacen la ley, donde el Congreso, o alguna peregrina y mediocre universidad particular, están dispuestos a ayudarlos, a "condecorarlos"...
¡Cómo se deben reír de nosotros en España...!
La asociación Celendín Pueblo Mágico señala, de todos modos, su desacuerdo e indignación.
Aquel día, en las Azores, Aznar aceptó seguir a sus ídolos en su guerra de rapiña por el petróleo iraquí. El saldo de esa decisión, que aún no ha sido cuantificado definitivamente, supera el medio millón de víctimas civiles, según organismos de derechos humanos.
Si, deberíamos protestar, pero para qué ya, si las medallas del Congreso peruano se las dan a cualquiera, hasta a bataclanas de la televisión como Magaly "Urraca" Medina.
Como dijo un día de extrema lucidez Pablo Macera, cuando todavía era un historiador respetable, "el Perú es un burdel". Y ya se sabe, en los burdeles ocurre cada cosa...
Blair y Bush en las islas Azores, y su mayordomo español, Aznar, que aceptó colaborar con los dos primeros cuando decidieron lanzar, con mentiras, la guerra para hacerse del petróleo iraquí.
Esta niña iraquí literalmente despedazada (miren sus pies) es una de las víctimas del trío infernal. Aznar debería tener esta foto, que es su verdadero "honoris causa", frente a su cabecera, para que le recuerde en verdad quién es él.
George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar son tres estadistas criminales contra los que el Tribunal de Justicia Internacional de La Haya debería haber ya lanzado requisitoria, como se hizo, presto, con el ex presidente de Yugoslavia Slodoban Milosevic.Pero, ya se sabe, en este mundo hay dos pesas y dos medidas, según a quien haya que pesar, y a los poderosos no se les toca ni con el pétalo de una rosa. Ni a los poderosos ni a sus domésticos, como Aznar. Claro, estos últimos tienden a caer en el olvido, pero siempre habrá algún país sudamericano donde los ignorantes hacen la ley, donde el Congreso, o alguna peregrina y mediocre universidad particular, están dispuestos a ayudarlos, a "condecorarlos"...
¡Cómo se deben reír de nosotros en España...!
La asociación Celendín Pueblo Mágico señala, de todos modos, su desacuerdo e indignación.
1 comentario:
My buena paisanos... Adelande !
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