El origen de Celendín y los celendinos es una historia cuya realidad se ha ido perdiendo en las brumas del tiempo. Se tejen tantas hipótesis que hoy por hoy, es tema obligado de los celendinos que buscamos una identidad con fundamento y certeza en base a nuestro origen. Las incógnitas que persisten en la mente de los celendinos: ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, nos han mantenido siempre en vilo y muchas son las versiones que tratan de disipar estas brumas. De lo que sí estamos seguros es de nuestro amor por nuestro pueblo, por su originalidad y lo trágico de su destino. Publicamos un artículo que, desde Phoenix, Arizona, Estados Unidos, nos envía Cristofer P Pereyra*, un descendiente de celendinos. Su aproximación a nuestras raíces míticas es una prueba más de que todo aquel que tenga una gota de sangre shilica en sus venas siente un amor ancestral e incontrastable por nuestro espíritu y por nuestro terruño. Es un sino (NdlR).
LA ÚLTIMA PALABRA
Por Cristofer P. Pereyra
Nunca viví en Celendín. Apenas tuve la alegría de conocer esa hermosa tierra hace cinco años cuando recorriendo América Latina decidí hacer una parada en el pueblo de mi ya difunto abuelo, Octavio Pereyra Rabanal (si alguien lo conoció por favor cuéntenme de él que me quedó mucho por preguntarle). Mi abuelo migró a Lima al barrio de La Victoria y por muchos años sacó a su familia adelante con un negocio de decoraciones y arreglos para bodas y novias. En Celendín, él tiene todavía un hijo. Los demás, incluyendo mi padre, viven en el extranjero.
Mi experiencia en Celendín fue, valga la redundancia, con el nombre de este blog, “mágica”. Creo que la mejor manera de describirla es que me sentí como uno de los Buendía regresando a Macondo. Para empezar me sorprendió ver tanta gente con mi apellido. Nunca en Lima me había cruzado con otro Pereyra que no sea de mi familia. Pero más allá de eso, era increíble cierto parecido físico que varios de estos Pereyra, totalmente desconocidos, tenían conmigo. Alguien me había contado que el hermano de mi abuelo tenía una farmacia en la plaza principal del pueblo. Y efectivamente, ahí estaba una farmacia y quien la atendía, ya no era el hermano de mi abuelo, sino su hijo; y así me presentaron a varios Pereyra que nunca habían oído de mí, pero me recibieron como al hijo prodigo a quien no habían visto en años. Recuerdo a personas sinceras que dentro de su humildad mataron gallinas e hicieron cuanto pudieron por hacerme sentir como en casa. Conocí a varias primas y primos lejanos, todos ojiverdes como yo. Nunca, nunca pude olvidarme de esa experiencia. Creo que mi estancia en Celendín debió haber sido de menos de una semana. Sin embargo, algo de mi se quedó allí, y algo de Celendín siempre está conmigo. Desde entonces cada vez que puedo busco en Internet fotos o videos de ese pueblo maravilloso fundado, entre otros, por un antepasado mío.
Escribo ahora porque al igual que muchos de ustedes, y como he podido comprobar, estoy fascinado con la historia mítica del Celendín, fundado por una expedición de judíos portugueses, dicho sea de paso, militares. Como ya todos sabemos no hay mas que una tradición oral como comprobante de aquella antigua historia, sin embargo, hay varios datos singulares a los que me ha llevado la curiosidad y que quiero compartir con ustedes como aportes adicionales a esta investigación de nuestro patrimonio ancestral a la que todos le debemos un interés serio y real. Algunos de estos datos ya han sido mencionados anteriormente, pero creo que no se ha hecho el análisis adecuado, algunos otros son modestas observaciones propias de un servidor. Aquí están:
Nuestro rasgos físicos: Esta es una de las mas obvias similitudes entre Celendinos, y descendientes de Celendinos. Tal vez lo que por instinto nos hace preguntarnos de donde venimos. No hace falta mencionarlo, pues todos conocemos la singularidad con la que en Celendín y alrededores hallamos gente de ojos verdes y azules, por ejemplo, vistiendo polleras y ponchos. No sé cuantos de ustedes han tenido la oportunidad de viajar por el Perú, pero yo si he visto la Sierra desde Cajamarca hasta Puno, y en ninguna otra parte predominan los rasgos europeos dentro de la población campesina como en Celendín. Claro está que Oxapampa es harina de otro costal. Sobre este punto, quiero añadir lo obvio, que en Celendín, como en todo el país, los peruanos somos una mezcla de razas, y a ninguna doy por mejor que otra. No podemos sin embargo excluir estas características físicas como prueba palpable de nuestro origen común.
Nuestro Ímpetu exitoso y explorador: Para quienes conozcan algo de la historia judía, no hubo en otra cultura éxodos, tras éxodos, como en ese pueblo antiguo, desde el principio de los tiempos hasta la creación del estado de Israel. Los celendinos también están esparcidos por el mundo. El que escribe, por ejemplo, vive en Phoenix, Arizona. Por otro lado, la manera cómo muchísimos celendinos han destacado a nivel local, departamental, nacional e internacional, tiene una similitud paralela a la manera en que a través de la historia los más grandes científicos y comerciantes han sido y siguen siendo los judíos. En todas partes, en el mismo Perú y a nivel mundial. Esto es significativo, no todos los pequeños pueblos como Celendín exportan tantos líderes al mundo. Esto es muestra clara de que existe una fibra común en el espíritu celendino.
La singularidad de nuestros apellidos: Esto, por supuesto, varía de familia en familia, pero algunos apellidos celendinos son comunes. Y es cierto que algunos apellidos no se ven en ninguna otra parte del Perú, por lo menos no con la misma antigüedad con la que se ven en Celendín. Por ejemplo, Pereyra, con “y”, para ser más especifico, en el Perú puede remontar sus orígenes a Cajamarca, y más aun a Celendín. Esto lo digo como resultado de hablar con muchos desconocidos tanto en persona como por Internet que llevan este apellido. No quiere decir por supuesto que todos los Pereyra del Perú estén relacionados con Celendín. Pese a que el apellido es bastante común en Sudamérica y otras partes del mundo, hay unos pocos que pueden remontar su historia a una migración reciente, y eso se refiere a Celendín.
La tradición oral: No podemos negar, por más que queramos estar sujetos a la ciencia y a los hechos concretos, que en toda tradición oral siempre hay un pequeño porcentaje de veracidad. Veamos por ejemplo la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo. Es poco probable que su padre era el Sol y que ambos salieron un día del lago Titicaca. Pero no creo que algún historiador descarte que el significado simbólico de la historia, es que la cultura de los incas se origino de gente procedente de Puno. ¿Como es posible que en cada familia antigua de Celendín se cuente la misma historia del origen judeo-portugués, y que se haya transmitido de generación en generación desde hace un par de siglos, y que ahora pensemos que todo fue un invento de la imaginación?. Por supuesto que existen partes del relato que fueron reconstruidas a falta de fuentes tradicionales, pero en esencia todas estas historias tienen un fondo de verdad.
Los hechos históricos concretos: Ahora sí, refirámonos a lo que dicen los archivos. Probablemente todos hemos leído que al fundarse Celendín: “En cumplimiento de esta Real Cédula el pueblo eligió a seis regidores y luego éstos al Teniente Coronel Raymundo Pereyra como Alcalde Ordinario de Primer Voto y al Capitán don Juan de Burga, como Alcalde Ordinario de Segundo Voto.” Ni siquiera voy a citar el origen de este fragmento por que es dominio público, está en todas partes en Internet, y viene de fuentes fidedignas. Pero lo que quiero resaltar aquí es algo de lo que poco se ha hablado: del rango militar de estos dos pioneros de Celendín. Uno Teniente Coronel y el otro Capitán. Está por demás decir que no eran miembros del ejercito peruano. Entonces, ¿de dónde eran estos militares que fundaron nuestro preciado pueblo? La respuesta se las doy más adelante, antes quiero referirme al ensayo publicado en el blog CELENDIN PUEBLO MAGICO por Moisés Chávez Velásquez, titulado “Los Judíos de Holanda en América del Sur en la primera mitad del siglo XVII”. Dicho texto nos da el contexto histórico desde el cual creemos, y me incluyo fervientemente, que procede nuestro origen.
No voy a entrar en detalles porque ustedes mismos pueden leer ese ensayo, pero aquí les doy la esencia: Estos judíos radicaron originalmente en Portugal y eran, por ende. portugueses, perseguidos por la inquisición que migraron a Holanda, donde fundaron una próspera comunidad judía. Luego, el gobierno holandés fomentó su migración hacia las colonias holandesas al norte de Brasil. Las colonias holandesas en Recife y otras partes del norte brasileño las estaban formando, a porfía, los holandeses en territorio de los portugueses, por eso el dominio del idioma portugués que poseían los judíos holandeses les venia como anillo al dedo. De esa manera los judíos holandeses recibieron incentivos para colonizar el norte brasileño. Eventualmente, Brasil retomó sus territorios y obligó a la comunidad judía a marcharse o convertirse al cristianismo (nuestros antepasados celendinos hicieron ambas cosas). Algunos migraron a las Guayanas, al Caribe, otros fundaron lo que hoy en día es Nueva York (ciudad de la cual es prácticamente dueña la comunidad judía), y otros se esparcieron por América del Sur. Por eso los apellidos celendinos, aun cuando no son tan comunes en otras partes del Perú, lo son en Brasil, Argentina, y el Caribe. Como ejemplo de esto puedo poner mi apellido y otros más.
El caso es que los judíos conversos (cristianizados en Brasil) que fundaron Celendin, provienen precisamente de esta comunidad judeo-portuguesa-holandesa. Entonces ¿de dónde vienen los rangos militares? ¿A qué ejercito pertenecieron nuestros antepasados celendinos Raymundo Pereyra, Juan de Burga, y los demás? Pues, resulta que dentro de la comunidad judía de Pernambuco, al norte de Brasil, habían muchos miembros del “Jodenwacht”, o “La Guardia Judía” que fundada en 1630, había peleado bajo bandera holandesa. Precisamente, miembros de esta guardia, fueron los soldados que tomaron la ruta del rió Marañón y encontraron en Celendín su propia tierra prometida. Nótese también que la fecha (1654) en que Brasil recuperó sus dominós y expulso a muchos judíos coincide con el tiempo en que, según la tradición oral, llegaron los judíos portugueses a Celendín.
También quiero mencionar, no como dato relacionado con Celendín, pero como una coincidencia curiosa, que desde fines del siglo diecinueve hasta principios del siglo veinte, una considerable colonia judía llego al Perú, esta vez desde Marruecos, buscando fortuna en medio del auge del caucho. Ellos también llegaron al Perú por la ruta del Marañón (Amazonas), pero se asentaron en varios poblados de la selva, principalmente en Iquitos. Esta comunidad judía, o mas bien sus descendientes, no era una comunidad conversa. Por eso hasta la fecha practican el judaísmo y son reconocidos por la comunidad judía limeña y la nación de Israel.
Como podemos ver, aquella tradición oral tiene más de realidad que de fábula. ¿Somos mas que los demás, o especiales al saber nuestra historia? No. Pero ya se ha dicho en demasía, que antes de saber a dónde vamos, tenemos que saber de dónde venimos.
LA ÚLTIMA PALABRA
Por Cristofer P. Pereyra
Nunca viví en Celendín. Apenas tuve la alegría de conocer esa hermosa tierra hace cinco años cuando recorriendo América Latina decidí hacer una parada en el pueblo de mi ya difunto abuelo, Octavio Pereyra Rabanal (si alguien lo conoció por favor cuéntenme de él que me quedó mucho por preguntarle). Mi abuelo migró a Lima al barrio de La Victoria y por muchos años sacó a su familia adelante con un negocio de decoraciones y arreglos para bodas y novias. En Celendín, él tiene todavía un hijo. Los demás, incluyendo mi padre, viven en el extranjero.
Mi experiencia en Celendín fue, valga la redundancia, con el nombre de este blog, “mágica”. Creo que la mejor manera de describirla es que me sentí como uno de los Buendía regresando a Macondo. Para empezar me sorprendió ver tanta gente con mi apellido. Nunca en Lima me había cruzado con otro Pereyra que no sea de mi familia. Pero más allá de eso, era increíble cierto parecido físico que varios de estos Pereyra, totalmente desconocidos, tenían conmigo. Alguien me había contado que el hermano de mi abuelo tenía una farmacia en la plaza principal del pueblo. Y efectivamente, ahí estaba una farmacia y quien la atendía, ya no era el hermano de mi abuelo, sino su hijo; y así me presentaron a varios Pereyra que nunca habían oído de mí, pero me recibieron como al hijo prodigo a quien no habían visto en años. Recuerdo a personas sinceras que dentro de su humildad mataron gallinas e hicieron cuanto pudieron por hacerme sentir como en casa. Conocí a varias primas y primos lejanos, todos ojiverdes como yo. Nunca, nunca pude olvidarme de esa experiencia. Creo que mi estancia en Celendín debió haber sido de menos de una semana. Sin embargo, algo de mi se quedó allí, y algo de Celendín siempre está conmigo. Desde entonces cada vez que puedo busco en Internet fotos o videos de ese pueblo maravilloso fundado, entre otros, por un antepasado mío.
Amsterdam, la Venecia del norte, sería uno de los puntos de recalada de los judíos que llegaron a Celendín.
Escribo ahora porque al igual que muchos de ustedes, y como he podido comprobar, estoy fascinado con la historia mítica del Celendín, fundado por una expedición de judíos portugueses, dicho sea de paso, militares. Como ya todos sabemos no hay mas que una tradición oral como comprobante de aquella antigua historia, sin embargo, hay varios datos singulares a los que me ha llevado la curiosidad y que quiero compartir con ustedes como aportes adicionales a esta investigación de nuestro patrimonio ancestral a la que todos le debemos un interés serio y real. Algunos de estos datos ya han sido mencionados anteriormente, pero creo que no se ha hecho el análisis adecuado, algunos otros son modestas observaciones propias de un servidor. Aquí están:
Nuestro rasgos físicos: Esta es una de las mas obvias similitudes entre Celendinos, y descendientes de Celendinos. Tal vez lo que por instinto nos hace preguntarnos de donde venimos. No hace falta mencionarlo, pues todos conocemos la singularidad con la que en Celendín y alrededores hallamos gente de ojos verdes y azules, por ejemplo, vistiendo polleras y ponchos. No sé cuantos de ustedes han tenido la oportunidad de viajar por el Perú, pero yo si he visto la Sierra desde Cajamarca hasta Puno, y en ninguna otra parte predominan los rasgos europeos dentro de la población campesina como en Celendín. Claro está que Oxapampa es harina de otro costal. Sobre este punto, quiero añadir lo obvio, que en Celendín, como en todo el país, los peruanos somos una mezcla de razas, y a ninguna doy por mejor que otra. No podemos sin embargo excluir estas características físicas como prueba palpable de nuestro origen común.
César Pereyra e hijo, dos de los muchos Pereyra shilicos de los que habla nuestro colaborador (Foto Charro).
Nuestro Ímpetu exitoso y explorador: Para quienes conozcan algo de la historia judía, no hubo en otra cultura éxodos, tras éxodos, como en ese pueblo antiguo, desde el principio de los tiempos hasta la creación del estado de Israel. Los celendinos también están esparcidos por el mundo. El que escribe, por ejemplo, vive en Phoenix, Arizona. Por otro lado, la manera cómo muchísimos celendinos han destacado a nivel local, departamental, nacional e internacional, tiene una similitud paralela a la manera en que a través de la historia los más grandes científicos y comerciantes han sido y siguen siendo los judíos. En todas partes, en el mismo Perú y a nivel mundial. Esto es significativo, no todos los pequeños pueblos como Celendín exportan tantos líderes al mundo. Esto es muestra clara de que existe una fibra común en el espíritu celendino.
La singularidad de nuestros apellidos: Esto, por supuesto, varía de familia en familia, pero algunos apellidos celendinos son comunes. Y es cierto que algunos apellidos no se ven en ninguna otra parte del Perú, por lo menos no con la misma antigüedad con la que se ven en Celendín. Por ejemplo, Pereyra, con “y”, para ser más especifico, en el Perú puede remontar sus orígenes a Cajamarca, y más aun a Celendín. Esto lo digo como resultado de hablar con muchos desconocidos tanto en persona como por Internet que llevan este apellido. No quiere decir por supuesto que todos los Pereyra del Perú estén relacionados con Celendín. Pese a que el apellido es bastante común en Sudamérica y otras partes del mundo, hay unos pocos que pueden remontar su historia a una migración reciente, y eso se refiere a Celendín.
La tradición oral: No podemos negar, por más que queramos estar sujetos a la ciencia y a los hechos concretos, que en toda tradición oral siempre hay un pequeño porcentaje de veracidad. Veamos por ejemplo la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo. Es poco probable que su padre era el Sol y que ambos salieron un día del lago Titicaca. Pero no creo que algún historiador descarte que el significado simbólico de la historia, es que la cultura de los incas se origino de gente procedente de Puno. ¿Como es posible que en cada familia antigua de Celendín se cuente la misma historia del origen judeo-portugués, y que se haya transmitido de generación en generación desde hace un par de siglos, y que ahora pensemos que todo fue un invento de la imaginación?. Por supuesto que existen partes del relato que fueron reconstruidas a falta de fuentes tradicionales, pero en esencia todas estas historias tienen un fondo de verdad.
Los hechos históricos concretos: Ahora sí, refirámonos a lo que dicen los archivos. Probablemente todos hemos leído que al fundarse Celendín: “En cumplimiento de esta Real Cédula el pueblo eligió a seis regidores y luego éstos al Teniente Coronel Raymundo Pereyra como Alcalde Ordinario de Primer Voto y al Capitán don Juan de Burga, como Alcalde Ordinario de Segundo Voto.” Ni siquiera voy a citar el origen de este fragmento por que es dominio público, está en todas partes en Internet, y viene de fuentes fidedignas. Pero lo que quiero resaltar aquí es algo de lo que poco se ha hablado: del rango militar de estos dos pioneros de Celendín. Uno Teniente Coronel y el otro Capitán. Está por demás decir que no eran miembros del ejercito peruano. Entonces, ¿de dónde eran estos militares que fundaron nuestro preciado pueblo? La respuesta se las doy más adelante, antes quiero referirme al ensayo publicado en el blog CELENDIN PUEBLO MAGICO por Moisés Chávez Velásquez, titulado “Los Judíos de Holanda en América del Sur en la primera mitad del siglo XVII”. Dicho texto nos da el contexto histórico desde el cual creemos, y me incluyo fervientemente, que procede nuestro origen.
No voy a entrar en detalles porque ustedes mismos pueden leer ese ensayo, pero aquí les doy la esencia: Estos judíos radicaron originalmente en Portugal y eran, por ende. portugueses, perseguidos por la inquisición que migraron a Holanda, donde fundaron una próspera comunidad judía. Luego, el gobierno holandés fomentó su migración hacia las colonias holandesas al norte de Brasil. Las colonias holandesas en Recife y otras partes del norte brasileño las estaban formando, a porfía, los holandeses en territorio de los portugueses, por eso el dominio del idioma portugués que poseían los judíos holandeses les venia como anillo al dedo. De esa manera los judíos holandeses recibieron incentivos para colonizar el norte brasileño. Eventualmente, Brasil retomó sus territorios y obligó a la comunidad judía a marcharse o convertirse al cristianismo (nuestros antepasados celendinos hicieron ambas cosas). Algunos migraron a las Guayanas, al Caribe, otros fundaron lo que hoy en día es Nueva York (ciudad de la cual es prácticamente dueña la comunidad judía), y otros se esparcieron por América del Sur. Por eso los apellidos celendinos, aun cuando no son tan comunes en otras partes del Perú, lo son en Brasil, Argentina, y el Caribe. Como ejemplo de esto puedo poner mi apellido y otros más.
El caso es que los judíos conversos (cristianizados en Brasil) que fundaron Celendin, provienen precisamente de esta comunidad judeo-portuguesa-holandesa. Entonces ¿de dónde vienen los rangos militares? ¿A qué ejercito pertenecieron nuestros antepasados celendinos Raymundo Pereyra, Juan de Burga, y los demás? Pues, resulta que dentro de la comunidad judía de Pernambuco, al norte de Brasil, habían muchos miembros del “Jodenwacht”, o “La Guardia Judía” que fundada en 1630, había peleado bajo bandera holandesa. Precisamente, miembros de esta guardia, fueron los soldados que tomaron la ruta del rió Marañón y encontraron en Celendín su propia tierra prometida. Nótese también que la fecha (1654) en que Brasil recuperó sus dominós y expulso a muchos judíos coincide con el tiempo en que, según la tradición oral, llegaron los judíos portugueses a Celendín.
También quiero mencionar, no como dato relacionado con Celendín, pero como una coincidencia curiosa, que desde fines del siglo diecinueve hasta principios del siglo veinte, una considerable colonia judía llego al Perú, esta vez desde Marruecos, buscando fortuna en medio del auge del caucho. Ellos también llegaron al Perú por la ruta del Marañón (Amazonas), pero se asentaron en varios poblados de la selva, principalmente en Iquitos. Esta comunidad judía, o mas bien sus descendientes, no era una comunidad conversa. Por eso hasta la fecha practican el judaísmo y son reconocidos por la comunidad judía limeña y la nación de Israel.
Como podemos ver, aquella tradición oral tiene más de realidad que de fábula. ¿Somos mas que los demás, o especiales al saber nuestra historia? No. Pero ya se ha dicho en demasía, que antes de saber a dónde vamos, tenemos que saber de dónde venimos.
*Cristofer P Pereyra, es graduado de la Universidad Estatal de Arizona, y tiene estudios en historia latinoamericana. C. P. Pereyra radica en Estados Unidos.
cpereyra@farmersagent.com
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11 comentarios:
Toda contribución para conocer nuestro ancestro y ascendencia es de suma importancia. Los argumentos en que Cristopher Pereyra sustenta su artículo se ubican en las Ciencias Sociales, eso le da seriedad a lo que sostiene.
De lo que hemos leído al respecto: las indagaciones del arqueólogo Moisés Chávez Velásquez y ahora los alcances de Cristopher Pereyra, son las que más se avecinan a dar una explicación científica sobre nuestros orígenes.
Es trascendete, y no debemos olvidarlo, lo que muchos celendinos han escrito sobre este asunto, recogiendo la tradición oral generacional surgido del pueblo mismo.
Esperamos que el amigo C. Pereyra continúe alcanzándonos sus artículos. Mi gratitud por ello.
Jorge Horna ha expresado el sentimiento de todo el equipo de redacción de Celendín Pueblo Mágico.
Nos unimos a sus votos y agradecimiento.
Yo soy hija de Celendina, y estoy muy interesada sobre mis origenes, mi abuelo se apellidaba Zarate y mi abuela Chavez, seguire indagando sobre el tema, muchas gracias por el articulo
saludos mi nombre es jose luis pereyra hijo, nieto, tatara nieto de un pereyra de celendin puesto q mi padre y sus descendientes son aya, gracias por la informacion me sirvio de mucho, siga adelante y muchos triunfos.
Estimado Cristofer:
Comparto contigo la alegría de haber encontrado tus raíces en nuestra maravillosa tierra de Celendín, pero además, debes saber que tu identidad se remonta aún más distante, hacia el II milenio a.C. en el patriarca Abraham, quien hizo un pacto con el Creador para que todos sus descendientes tendrían su misma fe y así ser el pueblo elegido. (Fuente: Génesis 12)Así que la búsqueda aún no ha concluido...Saludos.
Everlin Alvarado
Soy nieta de milciades hernandez barrantes de celendin, y sus padres eran David Hernandez y Jesus Barrantes vargas también celendinos, si alguien sabe algo de ellos que pueda contarme.
Así es, a mi papa no le creia cuando me contaba que nuestros antepasados eran de origen judio. Al parecer por esta y otras fuentes confirman las sospechas, jajaja.
atte
Rafael Pereyra
Buenas Noches: Quisiera saber si tienen datos sobre mis tatarabuelos ambos celendinos: Manuel Antonio Sanchez Quevedo y Zoila Victoria Quevedo Chavez viuda de Sanchez, mi abuela que en paz descanse Rogelia Snachez Quevedo, vivio en Celendin hasta los 5 años luego fue llevada a Lima, debido al pase de los años, ya mi abuela no me pudo contar mucho de sus padres, pero cualquier dato es bienvenido. Gracias
Ese sr se parece a mi papa, podria ser mi tio. Mi abuelo era Luis Pereyra Rabanal.
Hola mis abuelos maternos eran santiago chavez diaz y domitila quevedo diaz y abuelo paterno jose del carmen montoya araujo eran celendinos deseo saber mas de sus apellidos.graciad
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