Las estadísticas en nuestro país están muy vapuleadas, peor cuando se convierten en instrumentos demagógicos de los grupos de poder para justificar tendencias de opinión generados por ellos mismos; tal es el caso del grotesco anuncio del gobierno en torno a la disminución de la pobreza, a contrapelo del simultáneo incremento de la desnutrición emitidos por el mismo INEI.
Sin embargo, la lectura de los resultados del último censo (2007) referidos a algunas variables sociales (muchas de ellas incluidas en las metodologías de medición de la pobreza). Me remito a algunos de ellos con la intención de contribuir a organizar una línea de base para definir lineamientos de política para el gobierno municipal.
El censo 2007 reporta en el distrito de Sucre una tasa del 13.6% de analfabetismo (mayores de 15 años) al mismo tiempo que un 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico y un 10.2% de hogares con niños entre 6-12 años que no asisten a la escuela. El análisis comparado nos coloca por debajo de los distritos de José Gálvez y Jorge Chávez. En el otro extremo se encuentran los distritos de Sorochuco y Huasmín.
Las tasas de analfabetismo y desescolarización son cifras que están debajo del promedio provincial que es de 17.91% analfabetos (Sorochuco 27%, Huasmín 26%) y 10.89% hogares con niños sin asistir a la escuela (Miguel Iglesis, Huasmín y Oxamarca rondan el 16%). Como se sabe, el analfabetismo favorece la resistencia a la modernización y otros procesos de cambio social, productivo y cultural. Es muy probable que nuestros analfabatos estén en esa condición por desuso o regresión, como consecuencia del débil hábito de leer. En el recuerdo quedan los atardeceres de nuestro pueblo en los que muchos maestros y jóvenes se desplazaban por las calles leyendo revistas y novelas; creo que fue la mejor época de la ilustración en Sucre.
Es conocido que la región Cajamarca es la menos atendida con alumbrado eléctrico a nivel nacional y el 55.8% de nuestro distrito sólo confirma que esta tendencia se mantiene. No se conoce de alguna iniciativa regional o proyecto que pretenda aprovechar nuestros potenciales hidroenergéticos; sin embargo, en el convenio firmado con el gobierno Brasileño se estaría comprometiendo el potencial hidroenergético del Marañón en provecho de esa nación.
Durante gran parte de nuestra historia distrital, el tema del alumbrado eléctrico ha movilizado muchos esfuerzos y recursos en el afán de autoabastecernos de energía eléctrica aprovechando nuestro potencial hidroenergético del Cantange y la Quintilla; después de la movilización de fuerzas y recursos para la construcción del Túnel de desagüe del valle y de la carretera del tramo Loma Linda-Sucre, el proyecto del alumbrado eléctrico tal vez ha sido el siguiente en importancia por la cantidad de recursos involucrados y las expectactivas acumuladas. Finalmente, se dio paso al interconectado nacional, pero el 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico en nuestro distrito nos golpea la cara con crudeza.
Urge un programa de alumbrado domiciliario y público en las zonas rurales. Esto requerirá una política energética de ampliación del Interconectado, el aprovechamiento de nuestras potencialidades hidroenergéticas del río Cantange más la alternativa solar (paneles solares) allí donde los parámetros de Costo/Beneficio y/o costo/efectividad no sean recomendables. Es muy probable que en el 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico estén los hogares que no podrán articularse al servicio de interconectado nacional.
No olvidar que está demostrada la correlación positiva entre el alumbrado y los niveles de rendimiento académico de los educandos. El combate al analfabetismo tendrá en los servicios de alumbrado a su principal aliado. El éxito alcanzado por el Brasil, Bolivia, Venezuela y Cuba, algunos con alfabetismo cero, se vio favorecido con la asignación de horas de estudio durante las noches, a parte de la metodología desarrollada por Paulo Freire en las zonas rurales del Brasil. Nuestros analfabetos son mujeres y hombres rurales, dependientes del quehacer agrario, que sólo disponen de tiempo en la noche.
Por el lado de los servicios de saneamiento (agua y desagûe), las estadísticas son más escalofriantes: el 47.3% y el 77.5% de los hogares del distrito carecen de agua y desagûe. Es decir todavía tenemos casi el 50% de familias que se abastecen de puquios, quebradas, riachuelos y cerca del 80% e cuentan con silos, letrinas o ninguna infraestructura para la eliminación de excretas. Los impactos ambientales y los asociados a la salud pública no parecen existir en los programas de gobierno local, regional y nacional.
Para cuatro años de gobierno local, superar estos pasivos sociales constituyen metas alcanzables. El próximo período debería ser de la revolución energética, educativa y de la salubridad.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
Sin embargo, la lectura de los resultados del último censo (2007) referidos a algunas variables sociales (muchas de ellas incluidas en las metodologías de medición de la pobreza). Me remito a algunos de ellos con la intención de contribuir a organizar una línea de base para definir lineamientos de política para el gobierno municipal.
El censo 2007 reporta en el distrito de Sucre una tasa del 13.6% de analfabetismo (mayores de 15 años) al mismo tiempo que un 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico y un 10.2% de hogares con niños entre 6-12 años que no asisten a la escuela. El análisis comparado nos coloca por debajo de los distritos de José Gálvez y Jorge Chávez. En el otro extremo se encuentran los distritos de Sorochuco y Huasmín.
Las tasas de analfabetismo y desescolarización son cifras que están debajo del promedio provincial que es de 17.91% analfabetos (Sorochuco 27%, Huasmín 26%) y 10.89% hogares con niños sin asistir a la escuela (Miguel Iglesis, Huasmín y Oxamarca rondan el 16%). Como se sabe, el analfabetismo favorece la resistencia a la modernización y otros procesos de cambio social, productivo y cultural. Es muy probable que nuestros analfabatos estén en esa condición por desuso o regresión, como consecuencia del débil hábito de leer. En el recuerdo quedan los atardeceres de nuestro pueblo en los que muchos maestros y jóvenes se desplazaban por las calles leyendo revistas y novelas; creo que fue la mejor época de la ilustración en Sucre.
Es conocido que la región Cajamarca es la menos atendida con alumbrado eléctrico a nivel nacional y el 55.8% de nuestro distrito sólo confirma que esta tendencia se mantiene. No se conoce de alguna iniciativa regional o proyecto que pretenda aprovechar nuestros potenciales hidroenergéticos; sin embargo, en el convenio firmado con el gobierno Brasileño se estaría comprometiendo el potencial hidroenergético del Marañón en provecho de esa nación.
Durante gran parte de nuestra historia distrital, el tema del alumbrado eléctrico ha movilizado muchos esfuerzos y recursos en el afán de autoabastecernos de energía eléctrica aprovechando nuestro potencial hidroenergético del Cantange y la Quintilla; después de la movilización de fuerzas y recursos para la construcción del Túnel de desagüe del valle y de la carretera del tramo Loma Linda-Sucre, el proyecto del alumbrado eléctrico tal vez ha sido el siguiente en importancia por la cantidad de recursos involucrados y las expectactivas acumuladas. Finalmente, se dio paso al interconectado nacional, pero el 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico en nuestro distrito nos golpea la cara con crudeza.
Urge un programa de alumbrado domiciliario y público en las zonas rurales. Esto requerirá una política energética de ampliación del Interconectado, el aprovechamiento de nuestras potencialidades hidroenergéticas del río Cantange más la alternativa solar (paneles solares) allí donde los parámetros de Costo/Beneficio y/o costo/efectividad no sean recomendables. Es muy probable que en el 55.8% de hogares sin alumbrado eléctrico estén los hogares que no podrán articularse al servicio de interconectado nacional.
No olvidar que está demostrada la correlación positiva entre el alumbrado y los niveles de rendimiento académico de los educandos. El combate al analfabetismo tendrá en los servicios de alumbrado a su principal aliado. El éxito alcanzado por el Brasil, Bolivia, Venezuela y Cuba, algunos con alfabetismo cero, se vio favorecido con la asignación de horas de estudio durante las noches, a parte de la metodología desarrollada por Paulo Freire en las zonas rurales del Brasil. Nuestros analfabetos son mujeres y hombres rurales, dependientes del quehacer agrario, que sólo disponen de tiempo en la noche.
Por el lado de los servicios de saneamiento (agua y desagûe), las estadísticas son más escalofriantes: el 47.3% y el 77.5% de los hogares del distrito carecen de agua y desagûe. Es decir todavía tenemos casi el 50% de familias que se abastecen de puquios, quebradas, riachuelos y cerca del 80% e cuentan con silos, letrinas o ninguna infraestructura para la eliminación de excretas. Los impactos ambientales y los asociados a la salud pública no parecen existir en los programas de gobierno local, regional y nacional.
Para cuatro años de gobierno local, superar estos pasivos sociales constituyen metas alcanzables. El próximo período debería ser de la revolución energética, educativa y de la salubridad.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
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