Por Jorge A. Chávez Silva “Charro”
Don Víctor A. Camacho fue uno de esos personajes que intercalaron en su nombre una inicial que adquirió caracteres de Letra Capital. El nombre de Víctor A. era tan conocido como lo fueron los de don “Santiago Hache” (Santiago Hermilio Rabanal), uno de los mejores, sino el más grande alcalde que tuvo Celendín, o don “Manuel Erre”, (Manuel Resurrección Marín) y se hizo familiar entre la población por estar inscrito en todos los fardos de mercadería que llegaban a sus diversas tiendas.
Nació don Víctor en Celendín en 1907, en el seno de una familia de modesta condición económica y tuvo además, la desgracia de perder a sus padres en su niñez. Ello lo obligó a trabajar en el tejido de sombreros para sustentar a sus hermanos.
Estudió la primaria en la Escuela Nº 81 en donde contó con la ayuda personal del Director, el maestro Manuel R. Marín. La secundaria la realizó como alumno libre en el Colegio Nacional “San Ramón” de Cajamarca y luego siguió los cursos especiales para preceptores, al término de los cuales se desempeñó como maestro en los distritos de Huacapampa y Huauco, lugar este donde conoció a la Srta. Obdulia Sánchez Marchena, con quien contrajo matrimonio en 1931 y tuvieron diez hijos: Manuel, Alejandro, Rosario, Francisca, Fabio Arquímedes, Juan Cristóbal, Javier, Magda, y los gemelos David Alejandro y César Augusto.
Dedicado al comercio desde entonces, estudia en la Universidad de Trujillo graduándose de Normalista Urbano.
En 1937 colabora activamente en la creación del “Colegio Celendín”, de gestión privada, en donde ingresa como profesor, dedicándose por entero a la docencia. Deseoso de mejorar el nivel del Colegio invitó al maestro David Sánchez Infante, de vacaciones en el terruño, a dirigir el Colegio, desgraciadamente falleció poco tiempo después, recayendo en él la responsabilidad de dirigir el Plantel.
Bajo su gestión se consiguieron dos situaciones importantes:
-Solución al déficit presupuestal y local escolar, gracias a la benevolencia del filántropo Augusto G. Gil Velásquez.
-Nacionalización del Colegio.
No obstante los valiosos servicios prestados al colegio, don Víctor no fue considerado en la nueva plana docente oficial, lo que le obligó a dedicarse únicamente al comercio. Fiel a sus inquietudes, mejoró el gremio creando la Cámara de Comercio de Celendín que funciona hasta la fecha.
Al asumir la dirección del plantel el profesor Mario Márquez Zorrila en 1962, corrigió esta omisión llamando a don Víctor a ejercer la docencia en la Sección Nocturna de reciente creación.
Su amor por el terruño lo movió a la actividad social, logrando la creación del “Centro Celendín” y fue integrante de cuanta comisión se formó para el progreso de la provincia, principalmente la que se designó para solucionar el problema de la electrificación de Celendín.
Don Víctor falleció trágicamente en Lima en 1983.
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