Nuestra querida escuela es la tercera en antigüedad en la ciudad de Celendín, después de las del 81 y 82, funcionó durante muchos años en la casa de la señora Celfa Díaz de Merino, en la cuadra del jirón Grau, comprendida entre los jirones Moquegua y Junín, en pleno barrio de San Isidro, antiguamente llamado Las Lagunas.
Ya en los años sesenta los muchachos que estudiábamos allí nos esforzamos en los trabajos para el local definitivo al pie de la colina en donde es su sede actualmente.
Muchas generaciones de muchachos celendinos pasamos por sus aulas y recibimos las sabias enseñanzas de dignos maestros como los de la fotografía que en esta oportunidad insertamos. gracias a la cortesía de nuestro amigo Walter Tavera Chávez. Durante la época de nuestro paso por esos claustros era director el profesor Luis Guillermo Pereyra Rabanal, posteriormente fue el profesor Marcial Castañeda Apaéstegui, Aníbal Circuncisión Rodríguez Marín, nuestro recordado “Sheque”, Guillermo Pereyra Rodríguez, “Panamo”, Manuel Próspero Sánchez Aliaga, “Mime”, Nelly Quevedo Chávez, y otros más…
¿Qué alumno no recuerda las escapadas que nos dábamos al huerto de manzanos que había en la parte trasera? ¿Y de nuestros miedos infantiles en el otro patio en donde habían calaveras y huesos de gentiles mezclados con nuestros trabajos de cantería? ¿Y quién no sembró lechugas en el huerto de hortalizas que daba a la calle Junín? Nutridos varillazos recibimos por nuestras incursiones a los manzanos.
En la puerta de entrada vendía su maní doña Aurora a quien injustamente, creo, llamábamos “loca”, junto a ella su perro “fushico”, con su limón amarrado al cuello para que no lo ojeen. En la esquina, en una casa que se nos antojaba encantada, moraba Sarita León Vivanco, la mujer soñada y reina sempiterna del 85 y en la esquina diagonal vivía el artesano más talentoso que conocí. Modelaba figuritas de animales y personajes en arcilla con una naturalidad que pocos logran. ¿Cómo olvidar las vaquitas echadas en el pasto que nos vendía por un sol?
Al sonar la campana de recreo todos corríamos a la cercana colina de San Isidro a disfrutar de nuestros juegos y a bañarnos en las dos lagunas que existían por entonces en “La Matanza”. Había, además, algunas minas de mito blanco para modelar nuestro trabajo manual y hasta para hacer una góndola con su lagañoso colgado de la escalera trasera. Si nos aventurábamos más arriba podíamos juntar zarzamoras postreras en el mes de abril y en agosto las nigua-niguas, mientras elevábamos la colorida voladera, claro que teníamos que andar con tiento, no fuera a ser que se nos clavaran en la planta de los pies descalzos.
Un recuerdo inolvidable para la maestra Luisa Sánchez Horna quien nos encandilaba con su extraordinaria voz y sus canciones del mediodía italiano cuando se animaba a cantar en alguna actuación, al maestro Alfonso Rojas Chávez “Chusho”, por sus lecciones inolvidables y al maestro Orestes Tavera que poco después fue destinado a la Escuela Normal para finalmente ser Director del IPRC, pero eso ya es otra historia.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
Muchas generaciones de muchachos celendinos pasamos por sus aulas y recibimos las sabias enseñanzas de dignos maestros como los de la fotografía que en esta oportunidad insertamos. gracias a la cortesía de nuestro amigo Walter Tavera Chávez. Durante la época de nuestro paso por esos claustros era director el profesor Luis Guillermo Pereyra Rabanal, posteriormente fue el profesor Marcial Castañeda Apaéstegui, Aníbal Circuncisión Rodríguez Marín, nuestro recordado “Sheque”, Guillermo Pereyra Rodríguez, “Panamo”, Manuel Próspero Sánchez Aliaga, “Mime”, Nelly Quevedo Chávez, y otros más…
Sentados de izquierda a derecha Mercedes Díaz Barrera, Luis Pereyra Rabanal (Director) y Dora Tirado de García. De pié: Alfonso Rojas Chávez, Julio César Chávez Chávez, Orestes Tavera Quevedo, José Chávez Tejada y Hector Silva. (Foto cortesía de Wálter Tavera Chávez)
¿Qué alumno no recuerda las escapadas que nos dábamos al huerto de manzanos que había en la parte trasera? ¿Y de nuestros miedos infantiles en el otro patio en donde habían calaveras y huesos de gentiles mezclados con nuestros trabajos de cantería? ¿Y quién no sembró lechugas en el huerto de hortalizas que daba a la calle Junín? Nutridos varillazos recibimos por nuestras incursiones a los manzanos.
En la puerta de entrada vendía su maní doña Aurora a quien injustamente, creo, llamábamos “loca”, junto a ella su perro “fushico”, con su limón amarrado al cuello para que no lo ojeen. En la esquina, en una casa que se nos antojaba encantada, moraba Sarita León Vivanco, la mujer soñada y reina sempiterna del 85 y en la esquina diagonal vivía el artesano más talentoso que conocí. Modelaba figuritas de animales y personajes en arcilla con una naturalidad que pocos logran. ¿Cómo olvidar las vaquitas echadas en el pasto que nos vendía por un sol?
Al sonar la campana de recreo todos corríamos a la cercana colina de San Isidro a disfrutar de nuestros juegos y a bañarnos en las dos lagunas que existían por entonces en “La Matanza”. Había, además, algunas minas de mito blanco para modelar nuestro trabajo manual y hasta para hacer una góndola con su lagañoso colgado de la escalera trasera. Si nos aventurábamos más arriba podíamos juntar zarzamoras postreras en el mes de abril y en agosto las nigua-niguas, mientras elevábamos la colorida voladera, claro que teníamos que andar con tiento, no fuera a ser que se nos clavaran en la planta de los pies descalzos.
Un recuerdo inolvidable para la maestra Luisa Sánchez Horna quien nos encandilaba con su extraordinaria voz y sus canciones del mediodía italiano cuando se animaba a cantar en alguna actuación, al maestro Alfonso Rojas Chávez “Chusho”, por sus lecciones inolvidables y al maestro Orestes Tavera que poco después fue destinado a la Escuela Normal para finalmente ser Director del IPRC, pero eso ya es otra historia.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
1 comentario:
POR CASUALIDAD LEO ESTE BELLO MENSAJE A MI RECORDADA ESCUELA 85, SOY DE LA PROMOCION 1957, UNO DE MIS COMPAÑEROS FUE JAVIER ZARATE, MI PROFESOR SIEMPRE RECORDADO JULIO CESAR CHAVEZ CHAVEZ "JULIO SECO" ME ENCANTARIA COMUNICARME CON ALGUNOS DE MIS COMPAÑEROS DE PROMOCIO.... MI CORREO jmedinah_05@ hotmail.com y mi fb. Jose Medina Hoyos
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