Para unir los actos a la prédica, CPM espera poder contribuir dentro de poco, con la ayuda de la comunidad shilica, al noble propósito de rescatar a nuestros jóvenes del analfabetismo funcional, acercándolos de nuevo a la lectura formadora y divertida y, de paso, a la escritura creadora.
Estamos acariciando un proyecto, dándole forma a una idea y pedimos que nos ayuden en el esfuerzo a todos, y muy en particular a los maestros que actualmente se desempeñan en nuestra provincia como guías de la juventud y que piensen como nosotros: quisiéramos lanzar un concurso, un premio anual para el mejor trabajo literario juvenil.
Al respecto vamos a conversar también con empresarios shilicos y con algunos autores reconocidos que, estamos seguros, se sumarán a nuestro esfuerzo para establecer un premio adecuado, que aliente el buen escribir y el ingenio de nuestros escolares.
Es imperativo revalorar la cultura celendina en todas sus expresiones y, de paso, ayudar a nuestros jóvenes a escapar del flagelo que en gran medida hunde hoy al Perú: la existencia de vastas capas de la sociedad que han aprendido a leer pero que no saben leer, que no entienden lo que leen. Esta especie de dislexia colectiva se está generalizando y hay que reaccionar.
En estas condiciones, es normal que muchos, muchísimos, peruanos ahora sean incapaces de expresar su pensamiento en forma escrita.
¡Pero hay que salvar a los jóvenes...!
Estamos acariciando un proyecto, dándole forma a una idea y pedimos que nos ayuden en el esfuerzo a todos, y muy en particular a los maestros que actualmente se desempeñan en nuestra provincia como guías de la juventud y que piensen como nosotros: quisiéramos lanzar un concurso, un premio anual para el mejor trabajo literario juvenil.
Al respecto vamos a conversar también con empresarios shilicos y con algunos autores reconocidos que, estamos seguros, se sumarán a nuestro esfuerzo para establecer un premio adecuado, que aliente el buen escribir y el ingenio de nuestros escolares.
Es imperativo revalorar la cultura celendina en todas sus expresiones y, de paso, ayudar a nuestros jóvenes a escapar del flagelo que en gran medida hunde hoy al Perú: la existencia de vastas capas de la sociedad que han aprendido a leer pero que no saben leer, que no entienden lo que leen. Esta especie de dislexia colectiva se está generalizando y hay que reaccionar.
En estas condiciones, es normal que muchos, muchísimos, peruanos ahora sean incapaces de expresar su pensamiento en forma escrita.
¡Pero hay que salvar a los jóvenes...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario