Por Crispín Piritaño
Celendín
Conocida por todos los peruanos es la falta de luces en la sesera del premier Jorge Alfonso Alejandro del Castillo Gálvez. Para ilustrarla basta la anécdota que sucedió aquel verano en que fue a la playa con su familia. Estaba plantando una sombrilla para evitar los rayos de Febo, sin percatarse que un pelícano que volaba en las inmediaciones hizo sus deyecciones en pleno vuelo. La avalancha de excremento cayó justo en la cabeza de Jorgito, quien, al sentir el líquido elemento resbalándole por las sienes, grito muy alarmado: “¡Ay, chispas… un derrame cerebral!”Celendín
Lo que no sabíamos los peruanos es que, a raíz de sus infelices declaraciones en Lurín en que, sin querer queriendo, desnudó la política sectaria del APRA, el mandamás Alan García lo iba a defenestrar de esa especie de Olimpo político, de un solo patadón en salva sea la parte y, cuidado que el Dr. García es especialista en el arte de meter la pata.
¿Imaginan ustedes cómo sería el parnaso político sin la presencia de Jorgito? No queremos ni pensarlo, porque eso sería dejar en la orfandad a otros personajes no menos abominables como Mauricio Munster, Martha Hildebrown, Keiko Sofía, Luisa María Cuculiza, Gustavo Espinoza, al hermanísimo Santiago Fujimori, al “paparazzi” Torres Caro, al “payasito” Waisman, a Mercedes Cabanillas, a Martha Moyano, al multifacético Javier Valle Riestra, al “ladrillo” Bruce, a los fakires del sexo Luis Alva Castro y Rafael Rey Rey, y al más abominable de todos: Carlos Raffo.
Eso no lo podíamos permitir, sería un crimen de lesa democracia, dejar huérfano al Olimpo en momentos que ha tenido la desgracia de perder a personajes tan siniestros como Absalón Vásquez, las geishas Carmen Lozada, Martha Chávez Cossío y Luz Salgado, el salsero “saravá” Luis Delgado Aparicio, Daniel Espichán Sumay, Jorgito Trelles y los tránsfugas Luis Cáceres Velásquez, Enrique “cara de poto” Chirinos Soto, José Luna Gálvez, Jorge Pollack, Susy Díaz “vive la vida antes que la vida te viva”, y el más sobresaliente Alberto Kouri Bumachar. Los celendinos tenemos que lamentar la ausencia del conocido hincha del fútbol y paisano Vito Aliaga Marín.
Lo que dijo Del Castillo acerca del sectarismo aprista y que podría parecer una infidencia, no lo es, sucede que el Premier se dejó llevar por el entusiasmo y dejó escapar un secreto que era conocido por todos, que es notorio el afán de copar todos los puestos claves con miembros del partido de tal manera que Alan Damián pueda gobernar para los apristas. De acuerdo a esta política de exclusión los compañeros serán favorecidos por los programas de desarrollo en desmedro de los que negaron su voto al partido de la estrella y que irremisiblemente irán al final de la cola.
Caro le va a resultar a los liberteños, tradicional bastión aprista, mantenerse fieles a los postulados de Haya De La Torre y expresar en las urnas su rechazo al creciente alanismo claudicante que impera en el partido de la estrella, lo mismo los shilicos tendremos que poner las barbas en remojo porque nada bueno podemos esperar de esta funesta política, ya que hemos negado nuestro voto al APRA en los últimos veinte años.
Esta forma de separar a los peruanos bajo el postulado de “Divide y reinarás” empezó en el magisterio y la sonada evaluación censal. Sólo los compañeros y los que agacharon la cerviz se beneficiaran con capacitaciones, actualizaciones y otras gollerías que incluyen a las laptops que se distribuirán el próximo año. En principio el Ministerio del ramo habría dispuesto que se obsequiaran a los que aprueben la evaluación, pero fueron tan pocos que el gobierno decidió castigarlos vendiendo las máquinas a largo plazo y en cómodas cuotas mensuales.
Nos han contado que la primera reacción del jefe de estado fue practicar su deporte favorito en el trasero del premier, pero sus asesores, luego de calmarlo, le hicieron ver que cortarle la cabeza a Jorgito era reconocer que si uno de los más conspícuos dirigentes del APRA era un tonto de capirote, como serían los demás.
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