PERSONAJES: Celendinos de los años 30

Por Jorge A. Chávez Silva, “Charro”

Celendín siempre fue citadino. Se vivía en la ciudad de manera diferente a la del campo, lo prueban muchas fotografías que guardamos en archivo, en donde se ve a celendinos de la época vestidos a la moda de Lima o Buenos Aires, pese a la postergación de los pueblos del interior por parte de las autoridades capitalinas.
Muchas familias con recursos enviaban a sus hijos al Colegio “San Ramón” de Cajamarca y luego a las universidades de la capital , de Trujillo, Chiclayo e inclusive del extranjero, preferentemente a Buenos Aires y hasta Europa.
Aparte de ello, había hombres de empresa como don Augusto G. Gil, don Sixto Quevedo y otros que llevaron el sombrero celendino a los confines del mundo e hicieron pingüe negocio trayendo mercadería de Europa a venderla directamente en Celendín. Ellos acuñaron la frase y la actitud de “judíos celendinos” y en su pensamiento y orgullo disputaban la supremacía del departamento a la misma Cajamarca.
Personajes tan hábiles y sagaces tuvieron como meta la autonomía como capital del soñado departamento del Marañón con los territorios de su influencia ubicados en ambas márgenes de la Serpiente de Oro. Para que sus aspiraciones tuvieran peso embellecieron la ciudad dándole un tinte único y original que ahora malos nuevos celendinos están destruyendo. Celendín, por cierto, no es una ciudad que tenga que enorgullecerse de su pasado prehispánico.
Las mismas inquietudes tenía la ciudad de Chota en el norte del actual departamento. Desgraciadamente, influencias cajamarquinas en el congreso de la república hicieron abortar estas legítimas aspiraciones, que de haberse cristalizado, nos tendrían en otro pie.


En esta extraordinaria fotografía que brindamos, gracias al Ingeniero Luis Felipe Pita Chávez, figuran los siguientes personajes, de izquierda a derecha, sentados: Ingeniero Juan Francisco Marín Montoya, Ingeniero Héctor Aliaga Merino, director fundador del entonces Colegio “Celendín”, Doctor Horacio Cachay Díaz, médico graduado en Inglaterra y el Sr. Tomás E. Silva Oblitas.
De pie, en el mismo sentido: NN, Ingeniero Justiniano Díaz Quevedo, Investigador Celso Francisco Chávez Velásquez, profesor Decio Rabanal Cárdenas, ex director del C.E.S. “San José” de Chiclayo y Director de Enseñanza del Ministerio de Educación, profesor Alfonso Villegas Rodríguez y Sr. Humberto Pereyra Oblitas, quien falleciera trágicamente en 1954 en el incendio de “Baños del Inca”.