Por Crispín Piritaño
He leído con cuidado y con alguna extrañeza el artículo “A no bajar la guardia”, de mi amigo y compañero de luchas Constante Vigil, y en él he visto una inexactitud que llama mi atención y me provoca la consiguiente preocupación por el estado de su brillante cabeza. La cuestión es: ¿estará perdiendo la memoria, o tal vez anda distraido con las preocupaciones del momento?
Constante Vigil afirma que nuestra lucha, la de Celendín Pueblo Mágico, por la defensa de Celendín contra las amenazas que se cernían sobre la provincia, una de las cuales era en ese momento la Newmont Minnig Co., alias Yanacocha, alias Minas Conga, se remonta a un artículo que escribió en CPM II el año 2007, bajo el título de “Los felipillos en Cajamarca”.
La protesta generalizada en el departamento, una reacción a la que CPM contribuyó esencialmente.
No, querido amigo. Al respecto debo hacerle, con todo respeto y sin que esto signifique ninguna discrepancia con usted, las siguientes precisiones:
Celendín Pueblo Mágico hace su aparición en Internet el año 2006, cristalizando la inquietud de algunos celendinos, entre los que nos contábamos, y con dos propósitos esenciales: rescatar nuestra valiosa historia y tradiciones y defender a nuestra provincia de las amenazas que podrían llevar a su destrucción, una de las cuales era la codiciosa sed de oro que animaba a Yanacocha, empresa que había vuelto los ojos hacia Celendín y enviaba ya a sus heraldos de APACC, una organización de profesionales celendinos financiados por la minera, para sensibilizar a los shilicos en un intento de anular el decreto de intangibilidad de Conga, emitido por el alcalde Mauro Siles Arteaga en su primer periodo.
Casi de inmediato, tras nuestra aparición nos dimos a la tarea de alertar a nuestros paisanos sobre el peligro que representaba Yanacocha para nuestra provincia, hecho que incomodó a sus funcionarios, quienes en complicidad con la Robofónica decidieron sacarnos del ciberespacio y así se dio la vergonzante censura a que fuimos sometidos durante tres meses. A raíz de esto, para burlar la censura mancomunada de Yanacocha y de la Robofónica es que reaparecemos en el mundo de los blogs, con cuatro espacios a falta de uno: CPM II, Espina de Maram, Celendín Resistente y Celendín Info, desde donde proseguimos nuestra batalla por la integridad de la provincia cuando, todos, o casi todos, y en eso tiene razón mi colega, pensaban que la minera iba a solucionar los problemas de Celendín y nos miraban como a unos apestados que se oponían al “progreso” y la “modernidad”.
Los hechos posteriores y el triste y lamentable accionar de Yanacocha en Cajamarca nos dieron la razón y ahora, casi toda la población, a lo largo de nuestra región, se ha puesto de pie para frenar los intentos criminales de la transnacional depredadora y de este modo ha conminado a nuestras autoridades regionales y locales, algunas pusilánimes, como en el caso de Celendín, a asumir el papel de líderes que siempre debieron tener en defensa de nuestro pueblo.
Así pues, mi querido Constante, no es que dude en exceso de tu memoria, pero es menester precisar que nuestra lucha data del año 2006 y no del 2007 como afirmas distraidamente. En lo que sí estamos totalmente de acuerdo es en tu orgullo de haber formado parte de las primeras voces que lanzaron el alerta y la denuncia contra Newmont Minnig Co., alias Yanacocha, alias Minas Conga. No lo hicimos buscando figuración ni merecimientos, lo hicimos y lo seguiremos haciendo siempre, como bien dices, por amor a nuestro pueblo y nuestra provincia a los que llevamos grabados a fuego en el corazón.
¡SOLANO OYARCE, DEVUELVE LA CALLE QUE LE ROBASTE A CELENDIN!
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