Por Crispín Piritaño
Hay mucha gente interesada en mover opinión acerca de si el corrupto ex dictador debe ser indultado o no. El dinero saqueado parece que alcanza para comprar conciencias, opiniones a favor de periodistas de radio y espacios televisivos a los allegados del fujimontescinismo, como el abogado Nakazaki por ejemplo, que para salvar su propio pellejo, hasta hace de médico y opina como si fuese un profesional de esta rama.
Ante un dictámen clínico que tira por tierra todo intento de indulto, los fujimontescinistas aducen que el ex dictador padece de una depresión aguda que lo estaría llevando a practicarse el suppuku o harakiri, a la usanza de sus antiguos ancestros nipones. Imaginamos que su depresión se debe al hecho de no poder gozar de lo saqueado al país durante su gobierno en que casi se carga al Perú en maletas. Debe ser triste estar sediento, tener cerca el agua y no poder beberla.
Hablando de harakiri y de corrupciones hay mucha ropa tendida en el techo ¿Se imaginan que llegaran a esta circunstancia otros mandatarios sospechosos de corrupción como Crazy Horse o el Cholo Sagrado? En el caso de Crazy sería un acto por demás obsceno, porque no habría bandeja capaz de contener a tremendo mondongazo y se tendría que recurrir a una paila de cilindro o a una chancha de helar chelas, además ¿Quién tendría el honor de ser el kaishaku que finalmente lo decapite? Varios candidatos saltan a la palestra: el tío George, Morís Murder (así se pronuncia su nombre en francés)
Harakiri, un antiguo ritual que vuelve al tapete a propósito de depresiones. |
En el caso del Cholo Sagrado sería un acto patético, dado el histrionismo y afición que tiene para desparramarse en lágrimas de cocodrilo. Sería como agarrar un indiopishgo y desplumarlo tolamente y después intentar colocar de nuevo sus plumas en el mismo orden, además sería como en el caso del Servicio Militar Obligatorio, el cholo podría pagar cualquier multa, por onerosa que sea, para salir indemne del trance. Total, si le puede comprar una mansión a su querida suegra…
Pero el ex dictador tampoco califica para este ritual, porque no pertenece a las clases altas japonesas a quienes estaba reservado este honor. Un guerrero samurai que se respete es como un caballero medieval y no cometería actos innobles como eso de renunciar por fax a la presidencia de la república, ni entraria por asalto al domicilio de una dama, como lo hizo con Trinidad Becerra, ni menos torturaría a su dulcinea en los sótanos del SIN.
Los fujimontescinistas en su desesperación recurren a todo para manipular a la opinión pública. Es sintomática la aparición de Cuculiza pidiendo clemencia para Javier Diez Canseco, a quien atacó duramente cuando se trató de sancionarlo con la suspensión, junto con sus compañeros de bancada, en connivencia con los 4 gatos del Apra. ¿Qué pretende la congresista de los ajos y cebollas con este gesto ramplón y fuera de lugar? Naturalmente que exigir, si da resultado su estratagema, el indulto para el ex dictador. ¿Cómo creer en la sinceridad de alguien que cuando estaba en el poder se refería a los opositores como a piltrafas a quien había que sacarles la m…? Estamos avisados y vacunados para no creer en santos que no hacen milagros.
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