Hermanos de Cajamarca, de Celendín y de todas las provincias de la región:
En la hora de la traición y la felonía, debemos estar seguros de algo: nuestros hermanos campesinos de las alturas de Huasmín y Sorochuco han tenido la razón cuando se han levantado pacíficamente para defender el agua y el medio ambiente, y nosotros, sus conciudadanos conscientes, hemos tenido razón al solidarizarnos con ellos y al ponernos a su lado. Nuestros hermanos luchaban por el agua, por su vida y por el futuro de sus hijos.
Hoy, como tantas veces en el pasado, el centralismo limeño intenta imponer por la fuerza que los cajamarquinos abandonemos nuestros derechos fundamentales para poder satisfacer la voracidad depredadora de la megaminera que asola nuestras tierras. La única respuesta que vamos a darle al poder traidor y felón que hoy nos amenaza es la DESOBEDIENCIA CIVIL, la RESISTENCIA PACÍFICA y digna que hasta ahora ha sido nuestra mejor arma.
El pueblo peruano entero sabe que tenemos razón.
¡Conga No Va! ¡Viva la defensa del agua! ¡Viva la defensa de la vida!
En la hora de la traición y la felonía, debemos estar seguros de algo: nuestros hermanos campesinos de las alturas de Huasmín y Sorochuco han tenido la razón cuando se han levantado pacíficamente para defender el agua y el medio ambiente, y nosotros, sus conciudadanos conscientes, hemos tenido razón al solidarizarnos con ellos y al ponernos a su lado. Nuestros hermanos luchaban por el agua, por su vida y por el futuro de sus hijos.
Hoy, como tantas veces en el pasado, el centralismo limeño intenta imponer por la fuerza que los cajamarquinos abandonemos nuestros derechos fundamentales para poder satisfacer la voracidad depredadora de la megaminera que asola nuestras tierras. La única respuesta que vamos a darle al poder traidor y felón que hoy nos amenaza es la DESOBEDIENCIA CIVIL, la RESISTENCIA PACÍFICA y digna que hasta ahora ha sido nuestra mejor arma.
El pueblo peruano entero sabe que tenemos razón.
¡Conga No Va! ¡Viva la defensa del agua! ¡Viva la defensa de la vida!
¡FUERA YANACOCHA DE CELENDIN, CONGA NO VA, NO VA, NO VA!
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